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Un "topo" mecánico perfora un túnel de 933 metros en San Sebastián

La Mancomunidad de Aguas del Añarbe está construyendo un colector subterráneo de 933 metros de longitud en el casco urbano de San Sebastián mediante un avanzado procedimiento de excavación que evita la realización de zanjas. Una microtuneladora está horadando, como si fuera una suerte de topo mecánico, un túnel de 1,5 metros de diámetro interior que conectará la estación de bombeo de Santa Catalina, desde donde se impulsan las aguas residuales de la ciudad hasta el túnel de Sagüés para su vertido al mar, con la futura estación depuradora en el barrio de Loiola. El presidente de Aguas del Añarbe, Enrique Noain, explicó ayer durante una visita a la obra que la técnica de "hinca es un procedimiento que ahorra de modo espectacular molestias y afecciones a la ciudad, de tal manera que los ciudadanos y vehículos que transitan por el trazado del colector ignoran que bajo sus pies se está construyendo una conducción de aguas negras". El túnel de 933 metros que se está perforando con el topo mecánico sólo requiere cuatro pozos para introducir la tubería y extraer la maquinaria. Esta técnica sólo puede utilizarse cuando la perforación no es en roca, como es el caso, pues el trazado del colector discurre por un tramo arenoso bajo la capa freática. Las obras del colector entre Santa Catalina y Loiola tienen un presupuesto de ejecución de 1.054 millones de pesetas, subvencionado en un 80% por la Unión Europea e incluyen tanto el túnel de 933 metros como otro de 665 metros de longitud y una anchura de 2,8 metros que lo prolonga hasta los terrenos donde se construirá la depuradora. Las obras estarán concluidas a comienzos del próximo año. Depuradora pendiente La construcción de la depuradora, que está comprometida por el Ministerio de Medio Ambiente con una inversión de 5.000 millones de pesetas, no comenzará antes del próximo año. Noain indicó que "existe un compromiso del secretario de Estado de Aguas y Costas, Benigno Blanco Varela, para convocar el concurso durante antes del 30 de junio, pero el trámite para el inicio de obra se prolongará al menos durante cinco meses". El emisario submarino del Mompás desde el que se verterán las aguas ya depuradas 1.300 metros mar adentro estará construido antes, pues el comienzo de la obra es inminente y el plazo de ejecución es de dos años, mientras que el de la planta de tratamiento de las aguas es de 36 meses. El presidente de Aguas del Añarbe advirtió en este sentido, que "ha llegado la hora de la ministra Isabel Tocino para que cumpla sus compromisos pendientes". Además del emisario, el ministerio debe autorizar el comienzo de la otra obra de infraestructura que tiene comprometida en Guipúzcoa, el embalse de Ibiur, con una inversión de 2.500 millones de pesetas, que abastecerá a la comarca de Tolosa.

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