No se tragan

Hay consejeros de Alberto Ruiz Gallardón que acusan a los concejales del Ayuntamiento de Madrid de "no tener ni idea", aunque prefieren que sus opiniones no trasciendan para evitar que el presidente regional les lea la cartilla. Y hay ediles del equipo de José María Álvarez del Manzano que, también desde el anonimato, califican a los responsables de la Comunidad de "prepotentes y chulos".Las relaciones entre los dos equipos del Partido Popular que gobiernan las instituciones más importantes de Madrid se han tensado aún más esta semana con dos frentes de conflicto:

-La elección del nuevo director general del Ifema. Tras una discusión sin luz ni taquígrafos, el alcalde bloqueó el plan del consejero de Economía, Luis Blázquez, para nombrar a un hombre de su confianza al frente de los recintos feriales.

-La pugna por el teléfono de emergencias. El municipio promocionó el miércoles su 092. Esta decisión contrarió a los dirigentes regionales, convencidoi de que esa política perjudica a la implantación del servicio regional 112 y confunde al usuario.

Un concejal ironizaba hace un mes sobre este enfrentamiento: "Funcionaba bien el 092, pero los grandes muchachos de Ruiz-Gallardón, que lo hacen todo bien, ponen el 112 y piensa: que han salvado a Madrid del desastre, cuando ellos ponen el vestíbulo, y nosotros, los médicos". "Es inconcebible", dice un consejero, "que alguien pueda criticar un servicio público como el 112 cuando la propia Unión Europea lo ha recomendado. A Ios concejales del Ayuntamiento les ha dado un ataque de celos".

Amenazas

El mismo concejal asegura que cuando se puso en marcha el 112, en enero, el consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés, "amenazó" al concejal de Salud, Simón Viñals, que se había mostrado muy escéptico respecto al nuevo servicio telefónico de la Comunidad. "Ten cuidado con lo que vas diciendo por ahí", dice el edil que dijo Cortés a Viñals. El consejero de Obras, Públicas lo niega: "Es cierto que hablé con Viñals, del que soy amigo desde hace muchísimos años, sobre el 112. Pero en ningún caso le amenacé, sólo intercambié opiniones". Viñals también negó ,que Cortés le amenazara. Uno de los pocos ediles que habla con nombre y apellidos es el concejal de Comercio, Jorge Barbadillo: "Muchas veces, la Comunidad trata al Ayuntamiento como si fuera la pedanía de Mataelpino, con todos mis respetos a Mataelpino". Barbadillo dijo esto a tenor de la Ley de Comercio de la Comunidad de Madrid, en la que se exige a todas las localidades -un permiso de la Consejería de Economía para instalar un mercadillo ambulante. Barbadillo concluyó desafiante: "Esto no tengo por qué cumplirlo, ya que hay leyes de rango superior, la General Sanitaria y la de Administraciones Locales, que me avalan".Otro edil asegura que en conflictos de competencias (o en conflictos,a secas) es Álvarez del Manzano el que ata corto a sus ediles para que no discutan. "Si no fuera porque el alcalde nos frena, ya habríamos salido más de uno a ponerles en su sitio a los de la Comunidad, que se meten en todos los lados y quieren acapararlo todo". En la mayoría de las reuniones de las comisiones de gobierno de los viernes, en la Casa de la Villa, los concejales abren un capítulo que han denominado: "Agravios de la Comunidad".

En el otro bando, Ruiz-Gallardón ordena a sus siete consejeros en las reuniones de los jueves en la Puerta del Sol que eviten batallas con los compañeros del Ayuntamiento porque cualquier signo de división podría restar votos al Partido Popular.

Un consejero reflexionó sobre el problema: 'La mayoría de las veces, las discrepancias no surgen por falta de entendimiento político o ideológico, sino que son puramente personales, lo que, al final, resulta más difícil de resolver".

Un alto cargo de la direccion regional del PP apoyó esta opinión. "Los concejales del Ayuntamiento de Madrid, que es la ciudad más grande de España, no pueden entender que la Comunidad imponga sus competencias". Otro concejal lleva meses mandando cartas al consejero de Obras Públicas para que arregle una calle. 'La primera carta era educada; la segunda, ya menos, y la tercera, casi impertinente", explica este edil.

Una de las causas de la mala sintonía entre concejales y consejeros es, según denuncian los primeros, la prepotencia de los segundos. 'Les llamas y no se ponen al teléfono, nos remiten a directores generales", contaba un edil. Réplica: un dirigente del PP en la Comunidad recuerda que cuando hacían la oposición al Gobierno del socialista Joaquín Leguina y llamaban a los concejales del gobierno municipal para pedirles información "no se ponían nunca".

El Gobierno de Ruiz-Gallardón, de momento, se ha llevado la mejor parte en la pelea: ganó la guerra del gas (convocará el concurso para llevar este servicio a los nuevos barrios de Madrid), aunque antes tuvo que ponerse colorado al recurrir a los tribunales contra un decreto municipal que se arrogaba las competencias ,sobre ese asunto. "Intentamos evitar un conflicto judicial y les explicamos que la competencia era nuestra. Pero fue imposible", recuerdan los dirigentes regionales. Un edil confiesa la torpeza municipal., "Nos dejamos llevar por los informes de nuestros técnicos, pero nos equivocamos".

El Ejecutivo regional impuso condiciones "superiores a las pactadas", según un edil, al nuevo plan general. El alcalde, al conocer las exigencias autonómicas, estalló: "Se han puesto de parte: del PSOE y favorecen a los más ricos", señaló al referirse al recorte de edificabilidad en Aravaca.. El consejero de Obras Públicas contraatacó: "En Aravaca, las viviendas previstas por el Ayuntamiento eran libres, o sea, para los más ricos". La manía que se profesan llega al mundo de los símbolos. Un edil de distrito asegura que la bandera de la Comunidad de Madrid la tiene "detrás de la puerta para verla lo menos posible".