_
_
_
_
_

Batalla campal norte-sur por los fondos estructurales

Xavier Vidal-Folch

Una doble batalla campal se libraba anoche en la Comisión Europea, en torno a la reforma de la política estructural. El primer frente era el del Fondo de Cohesión.Los gabinetes de los comisarios de los países beneficiarios, encabezados por los dos españoles, Manuel Marín y Marcelino Oreja, reclamaban eliminar del texto la vinculación entre este Fondo y el Pacto de Estabilidad del euro. Es decir, pedían eliminar la sanción de la supensión del fondo a quienes incumplan dicho pacto, alegando que eso no figuraba en la Agenda 2000, el documento que lanzó el pasado julio el proceso de reforma.

La ponencia, dirigida por el gabinete de la comisaria de Política Regional, Monika Wulff-Mathies, proponía una solución de compromiso, con dos patas. Una, circunscribir la sanción sólo a quien caiga en un "déficit excesivo", por encima del 3% del PIB, eliminando la retirada del fondo a quien simplemente incumpla "la senda" de reducción del déficit comprometida en su plan de estabilidad nacional.

La otra suavización versaba sobre el procedimiento. Aunque se mantendría la propuesta de sanción por la Comisión en su segunda recomendación del mecanismo de alerta -al detectarse indicios de desviación-, ésta no sería ejecutiva hasta pasados tres meses. El plazo serviría para que el Consejo de ministros se definiese. En caso de silencio o de acuerdo con Bruselas, se plasmaría la multa. En caso de oposición, se archivaría.

Intento de concretar

El segundo frente eran los otros fondos estructurales. Los gabinetes de los países pobres reclamaban concretar que el dinero destinado al objetivo 1 (regiones con renta inferior al 75% de la media) supondrá "dos tercios" del total de los fondos y no "alrededor de dos tercios", para evitar interpretaciones ambiguas o arbitrarias.Por otro lado, los británicos de Neil Kinnock propugnaban, en sintonía con el Gobierno Blair, que el objetivo 2 se distribuya según la renta y no el nivel de desempleo, cuando es el objetivo 1 el que ya compensa la desigualdad de renta. Sus propuestas, obtenían cierto eco en el gabinete holandés y el sueco.

Estos tres países pertenecen a la gama de los ricos con poco desempleo. De imponerse su fórmula, las consignas reiteradas por los jefes de Gobierno en sus cumbres llamando a otorgar prioridad al empleo, quedarían en agua de borrajas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_