La chica que vivía en el Watergate
Mónica Lewinsky "ha quedado marcada para el resto de sus días", dijo ayer su abogado, William Ginsburg. De momento, la californiana ha alcanzado una indeseada fama mundial y ha perdido el trabajo que le había ofrecido la empresa de cosméticos RevIon en Nueva York, bajo recomendación de Vernon Jordan, el abogado de Clinton. No es de descartar que termine convirtiéndose en la mujer que hizo perder el puesto al presidente.Hija de un acomodado médico de Beverly Hills, Lewinsky estudió psicología en un selecto centro privado. Tenía 21 años cuando en 1995 entró a trabajar como secretaria interina en la Casa Blanca, en el gabinete del presidente. Era muy activa y sociable, según sus compañeros. Entraba con frecuencia en el Despacho Oval a entregar regalos al presidente y servía café a todo el mundo. También hacía demasiadas confidencias sobre su vida privada. Lucía con orgullo una foto con Clinton hecha en una fiesta de Navidad.
En 1996, recomendada por la Casa Blanca, pasó a trabajar en el gabinete de prensa del Pentágono, donde hizo amistad con Linda Tripp, la compañera que traicionaría sus confidencias grabándolas con un aparato camuflado en sus ropas. A finales de 1997, cuando la tormenta comenzaba a gestarse, abandonó el Pentágono y se trasladó a Nueva York. Vernon Jordan, el abogado de Clinton, la recomendó en RevIon. Durante sus años en Washington, Lewinsky vivió en un apartamento del complejo Watergate, el lugar donde los fontaneros de Nixon espiaron a los demócratas, un hecho que le costó el puesto al entonces presidente.
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