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Los sindicatos alemanes rechazan la nueva ley sobre pensiones

Pilar Bonet

La Unión de Sindicatos Alemanes (DGB) ha reaccionado críticamente ante la ley que preve reducir paulatinamente el nivel de las pensiones (en relación a la media de los ingresos salariales netos) a partir del año 1999. Según una portavoz de la DGB, se trata de un desastre sociopolítico reñido con la justicia social. La ley, un proyecto de la coalición gubernamental (democratácristianos, socialcristianso bávaros y liberales), fue aprobada el viernes con la oposición del Partido Socialdemócrata (SPD) y de los verdes. En caso de ganar las elecciones legislativas previstas para septiembre de 1998, el SPD ha prometido abolir la ley. El polémico documento, centro de un agitado debate de cuatro horas, es la primera reforma del sistema de jubilaciones alemán que ha obtenido luz verde en el Legislativo sin el consenso entre los grandes partidos políticos. La normativa prevé además una restricción de las prestaciones sociales en caso de invalidez y una mejora de en la ayuda familiar.

Lastres presupuestarios

Los argumentos gubernamentales a favor de la ley se centran en la necesidad de una mayor justicia intergeneracional y un reparto de los lastres presupuestarios ocasionados por el incremento de las expectativas de vida.

Por su parte, los portavoces del SPD acusan al Gobierno de recortar las pensiones sin examinar otras posibilidades alternativas de financiación para mantener su nivel.

Según estimaciones del ministro de Trabajo, Norbert Blüm, las jubilaciones, cuyo nivel es hoy del 70% de los ingresos salariales netos, descenderán hasta un 64% en el año 2030. Este descenso, que se pretende escalonar a lo largo de treinta años, es un proceso que ya está en marcha. En 1995, por ejemplo, el nivel de las jubilaciones era de un 71,9% del total de ingresos medios netos.

Alemania tiene hoy 81 millones de habitantes, de los cuales 12,5 millones de personas son mayores de 65 años. La polémica sobre cómo abordar la necesaria reforma de las pensiones se ha agudizado en vísperas de la campaña electoral y ningún partido político quiere dar una imagen negativa ante el amplio sector del electorado que suponen los jubilados.

El Gobierno trata de complementar su reforma en el sistema de jubilaciones con un proyecto de ley para reducir en un punto las cotizaciones de jubilación mediante un incremento del impuesto sobre el valor añadido (IVA). Sin embargo, esta medida, que afecta a las regiones, necesita el apoyo del Bundesrat o cámara alta. El SPD, que controla esta cámara, difícilmente dará el visto bueno a esta ley que legitima la concepción de la reforma elaborada por el Gobierno.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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