Un aficionado muere por el impacto de una bomba casera
La brutalidad de las hinchadas continúa cobrando víctimas en Brasil. El adolescente de 17 años, Claudemir Reis, falleció ayer, horas después de que estallara a su lado una bomba de fabricación casera arrojada a la tribuna por los hinchas del Cruzeiro de Belo Horizonte. El atentado ocurrió durante el partido que ese club disputó en su campo el miércoles por la noche ante el Vasco da Gama, de Río de Janeiro.La bomba fue arrojada durante el intervalo del partido, que terminó en empate y llegó al Vasco da Gama al primer lugar de la tabla de posiciones. La joven víctima era un partidario del Atlético Mineiro, tradicional rival del Cruzeiro. El joven fue trasladado de inmediato a un hospital local, pero no resistió a las heridas y murió en los primeros minutos del día de ayer; la explosión le había destrozado el higado y perforado los intestinos.
Un oficial de la policía militarizada informó que las torcidas rivales se estaban atacando verbalmente a una distancia de 25 metros, cuando un hincha del Cruzeiro arrojó sobre sus adversarios el explosivo, "del tamaño de una bola de billar", según la descripción de un testigo.
La policía ha detenido a cinco jóvenes como sospechosos de haber perpetrado el atentado.
