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Los portugueses sospechan que el Armenia-Ucrania está amañado

La selección portuguesa de fútbol sospecha, con cierto fundamento, que las autoridades deportivas de Ucrania han sobornado a las armenias para comprar su último partido de clasificación para el Mundial de Francia, anulando así la posibilidad de que Portugal alcance el segundo puesto del grupo en lugar de la citada ex república soviética. El propio seleccionador armenio , Khoren Oganessian, ha justificado las sospechas lusas y ha provocado el escándalo a 24 horas de la última ronda de partidos. "No hay humo sin fuego", ha dicho.La selección portuguesa, que dirige Artur Jorge, debería ganar mañana a Irlanda del Norte y esperar que Ucrania pierda o empate ante Armenia para alcanzar el segundo puesto del grupo 9 y disputar de esta forma su clasificación para el Mundial de Francia entre los mejores segundos. Sus posibilidades no son elevadas ,pero evidentemente no quieren perder sus esperanzas por razones extradeportivas.

Las desconfianzas lusas comenzaron a principios de esta semana cuando un programa de la televisión rusa lanzó el rumor de que la selección armenia habría sido "compradapara perder su partido" ante Ucrania. De los recelos se pasó a una profunda sospecha cuando el pasado miércoles se conoció que la selección armenia no podría contar con cinco de sus mejores jugadores porque la federación envió con retraso su convocatoria para el encuentro. Ante tal descuido, los clubes no tienen la, obligación de liberar a esos jugadores y aún se mantiene la incógnita de si participarán finalmente en el decisivo encuentro contra Ucrania (Armenia está ya eliminada).

La selección portuguesa no quería creer que las autoridades de las dos ex repúblicas soviéticas amañaran su encuentro en favor de Ucrania, pero sus sospechas fueron confirmadas con las declaraciones del seleccionador armenio. Nada más conocerse el error de la federación, Khoren Oganessian convocaba una conferencia de prensa y reconocía alguna turbia maniobra: "Se habla de corrupción; no se nada de eso pero me parece que no hay humo sin fuego". Estas declaraciones han corrido como la pólvora en Portugal y han provocado una oleada de quejas y acusaciones. El vicepresidente de la Federación Portuguesa de Fútbol, Alberto Silveira, se siente impotente: "No podemos hacer nada más que protestar; las selecciones nacionales llaman a quienes quieren sin que las demás podamos inmiscuirnos en el asunto, pero no es normal que Armenia no convoque a los mejores jugadores del país?. El polémico asunto ha sido denunciado por los responsables deportivos lusos a las autoridades de la FIFA, que previsiblemente deberían investigar el significativo descuido. El siempre prudente y mesurado seleccionador portugués, Artur Jorge, no ha salido de su asombro. Ha calificado de "extraña" la actitud de esa federación, pero quiere concentrarse en su partido: "Tenemos el equipo muy motivado para vencer a Irlanda, y el resto se verá después".

Las desconfianzas lusas sobre la honestidad de Ucrania han provocado también una inmediata reacción de sus, autoridades. En un principio sus dirigentes deportivos devolvieron las acusaciones a Portugal y denunciaron los rumores de que Lisboa había ofrecido dinero a Armenia para ganar. Posteriormente, extendieron las dudas sobre el árbitro del partido, el español Díaz Vega, quien, a su juicio, podría favorecer al equipo del país, vecino.

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