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Comienzan las clases

Ya está en marcha el rodaje de una de las nuevas series juveniles para otoño

Yolanda Monge

¡Todo el mundo en silencio, rodamos! ¡Acción!": "Pero bueno papá..., ¡estás que rompes!", le espeta en boca de Silvia la actriz Lucía Jiménez a Ricardo, su ficticio padre, un atractivo y galante Fernando Rodríguez Madero, quien por toda respuesta emite un gruñido de satisfacción ante el piropo.El diálogo continúa y todo el equipo de la productora Boca a Boca, que estos días graba para Tele 5 los capítulos de la serie Al salir de clase, cuyo estreno está previsto para septiembre, permanecen quietos rodeados de un escrupuloso silencio. Nadie se mueve. Tan sólo los actores que interpretan su papel y... alguien más. Gato, un conejo blanco y regordete, trata de escapar temblando de las caricias que le prodiga su dueña Silvia.

"¡Corten! ¿Qué ha sido ese ruido?, ¿un avión? ¡Volvemos al principio! ¡Y que alguien haga que el conejo abra los ojos, que parece que está muerto!", grita la ayudante de dirección. Mientras tanto, en esos minutos de espera hasta que comienza la siguiente toma, y ya van tres, los actores se relajan, las maquilladoras hacen su trabajo y los cámaras mueven una maraña de cables entre decorados y pies.

Antonio Cuadri (37 años), director de la serie, pide a todo el mundo volver a sus puestos. "Aurora, cuenta ocho y entras en escena", ordena con mucha dulzura este guionista andaluz, que se enfrenta por primera vez a la dirección de una serie de ficción. Aurora Carbonell es la bella Yasmina y todo el mundo en el rodaje hace bromas acerca de su acento. Y es que, aunque esta joven de 21 años sea de Alicante, en la serie interpreta a una marroquí. "He estudiado bucho como hablan los emigrantes marroquíes que viven en España y ahora todos se ríen de cómo hablo", dice Aurora, que ha convivido durante meses con integrantes del colectivo magrebí.

Al salir de clase da cabida a todo lo que preocupa a estos chicos y chicas (el racismo, la solidaridad, el amor, la música o las drogas), que nacieron cuando ya había elecciones en España. Casi todos ellos son actores noveles y ése ha sido "un gran reto", afirma Cuadri, que dice haber huido de los estereotipos edulcorados que importan las series norteamericanas.

La libertad que sienten los jóvenes al salir de clase y enfrentarse al mundo y el eterno problema generacional son el eje de Al salir de clase, en opinión de Cuadri: "En la serie, los padres son los que hace veinte años levantaban el puño y fumaban porros y ahora no entienden a sus hijos". "Al salir de clase es una metáfora de la vida en libertad", apostilla este andaluz en tono nostálgico.

Vuelve a oírse una voz chillona que ordena silencio. ¡Acción! Las cámaras graban y Aurora entra en la habitación. Acto seguido ordenan que se corte. Aurora / Yasmina no tiene bolso. "Así nadie va a creerse que sale de casa, que los de vestuario busquen rápido un bolso", ordena alguien de producción.

Todo el mundo resopla y comenta el trabajo que queda por delante para que a partir del 5 de septiembre la serie esté diariamente en antena. Llevan toda la mañana de rodaje, entre cortes y acción, pero todavía se hacen bromas. Nadie parece estar nervioso. El único que sigue temblando, y parece que no va a dejar de hacerlo, es el conejo Gato.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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