"Me siento observado, y eso me angustia"
Iñaki Urdangarín concedió una entrevista a EL PAÍS hace una semana en su casa de Barcelona. Se confiesa agobiado por la popularidad de que disfruta desde que se divulgó su relación con la infanta Cristina, pero trata de adaptarse a la nueva situación. Tiene 29 años y ha disputado 115 partidos con la selección de balonmano.
El piso de lñaki Urdangarín no tiene vistas al parque del Putxet de Barcelona, pero está a tiro de piedra. No es muy grande, pero sí suficiente para una sola persona. Lleva viviendo allí siete años. En la sala de estar mesa, que utiliza para estudiar, y un mueble librería con el equipo de música y la televisión. En las estanterías, una enciclopedia, bastantes libros y muchos compactos de música muy diversa. Un piso realmente acogedor. Allí nos recibió. Se mostró sumamente cordial y abierto. Durante la entrevista, el teléfono sonó al menos veinte veces, pero ha adquirido la costumbre de no descolgarlo.Pregunta. ¿Toda la rumorología surgida en torno a su relación con la infanta Cristina ha cambiado su vida?
Respuesta. En mi personalidad, no, seguro. En mis hábitos, un poco. Pero es un acto reflejo. Si veo fotógrafos en la puerta intento no salir o, en vez de ir en coche, voy en moto para que no me sigan. Es cierto que me siento observado. A lo mejor podríamos salir a cenar con un grupo de amigos a un restaurante, pero decidimos quedarnos en casa. Son cosas que ya pasarán. Espero recuperar la normalidad. Ahora sales a la calle y eres mucho más popular. Sientes que te están observando, y eso me angustia un poco.
P. ¿Es consciente de que una relación de este tipo puede condicionar su vida?
R. Claro que sí. Estamos hablando de una persona que lleva una vida completamente distinta, o al menos bastante distinta, a la de la mayoría de la gente. Sin embargo, cuando te acercas más a esas personas también descubres que actúan como personas normales. Tienen sus compromisos y sus responsabilidades, que son muy importantes. Y eso es, fundamentalmente, lo que las diferencia de los demás.
P. ¿Qué es lo que más le ha molestado de la situación que ha vivido y aún sigue viviendo?
R. Algunas cosas que se han publicado. Como ya voy descubriendo que es imposible evitar que se publiquen aspectos de mi vida, por lo menos me gustaría que lo que se dice sea cierto. Algunos medios no han preguntado ni confirmado lo que han publicado. Y eso me molesta.
P. Explique su concepto de la amistad.
R. Es amplio. Tengo pocos amigos, pero muy buenos, y conocidos. Los conocidos, para pasar buenos momentos. Los amigos, para tomar las decisiones y después ir a muerte con ellos. Cuando tengo un problema o una satisfacción es con ellos o con mis padres con quienes quiero compartirlo.
P. ¿Algunos de sus mejores amigos están en el mundo del balonmano?
R. Sí. Tengo en el equipo dos o tres amigos muy buenos.
P. ¿Conserva amigos de su infancia?
R. Del colegio mantengo uno. No hace falta que nos llamemos a diario. Pero intentamos vernos de vez en cuando.
P. ¿Cambiaría alguna cosa de su vida?
R. Siempre hay cosas que tal vez uno no hubiera hecho. Pero he tenido suerte en mis decisiones deportivas; en el plano personal, ciertamente dejaría de hacer algunas cosas. Pero no son graves. Aún me estoy formando.
P. ¿Recibió una sólida formación religiosa?
R. Sí. En casa siempre se ha respirado ese ambiente. Y ahora mismo soy católico y, cuando puedo, practicante. Siempre encuentro diariamente tiempo para mis oraciones. No es que mis padres me lo impusieran. Creo que es una forma de pensar y de plantearse la vida.
P. ¿Se ha planteado la muerte y el más allá?
R. Es un tema que me da miedo. Me lleva a reflexionar sobre lo pequeños que somos y a pensar que nos iremos de aquí sin saber nada sobre lo que ocurrirá luego. Por eso intento aprovechar al máximo mis oportunidades y cada minuto de mi vida.
P. ¿Cree que la juventud española se siente poco identificada con la vida política y, en cambio, mucho más con las ONG, el voluntarismo?
R. Es como un antídoto. La gente joven, en su mayoría, no cree a los políticos, porque las promesas nunca llegan a realizarse.
Las ONG y todo este movimiento social de ayuda humanitaria es el antídoto de la política. Ya que por ahí no se consigue, vamos a probar por un camino más popular, por otra vía. A mí no me ocurre eso, pero lo entiendo y lo respeto.
P. ¿Cree que la sociedad española vive el momento actual con un permanente sobresalto por todos los acontecimientos que se van sucediendo?
R. La gente vive un poco agobiada con todos los problemas económicos y con los escándalos políticos. Pero cada cual debe convertir su vida en lo más hermosa que pueda. Esto depende de cada uno.
P. En una familia de siete hermanos, los recuerdos de la infancia deben ser imborrables.
R. Sí. Todas las familias numerosas supongo que dirán lo mismo. La convivencia entre siete hermanos muy bien avenidos, y que seguimos llevándonos muy bien ahora, hace que mantengas muy buenos recuerdos. Una de las mejores relaciones que tengo es con mi hermana mayor, con la que nos llevamos 10 años de diferencia; Y también con la pequeña, porque me siento como su protector. Nos llevamos todos muy bien.
P. ¿En algún momento de su infancia sintió necesidad de algo que no pudo tener?
R. No. Siempre he pensado que lo he tenido todo y no me ha faltado nada. No he tenido lujos, pero se me han permitido aficiones que me han gustado, que continúo. Y eso ya es mucho en un grupo de siete hermanos.
P. ¿Qué es lo que más recuerda de aquella época?
R. Las fiestas de Navidad siempre fueron muy intensas. Ahora tal vez incluso son más sentimentales, porque todos vivimos alejados y nos reunimos para celebrarlas. También los aniversarios, los fines de semana en Viladrau, las excursiones en moto La presencia de los padres. Muchas cosas.
P. ¿Se siente muy unido a sus padres?
R. Mucho. Y han tenido una gran influencia en las decisiones más importantes de mi vida.
P. ¿Le queda la sensación de haber disfrutado poco de todo ese ambiente familiar? Porque se marchó a los 18 años de su casa...
R. Sí. Llevo 11 anos fuera de casa. La relación es distinta; así me lo cuenta mi hermana. Pero estoy en contacto diariamente con mis padres. Hablo con ellos, me visitan muy a menudo, ven algunos de mis partidos, hablo con mi madre de mis temas personales. He tenido la protección de mis padres, pero estando fuera de casa. Y eso no me disgusta, porque me ha obligado a espabilarme solo.
P. ¿Fue difícil su regreso a Barcelona para incorporarse al Barça cuando tenía 18 años?
R. Los primeros tres años fueron muy duros. Llegué a un equipo [el Barcelona] repleto de estrellas y tuve que espabilarme solo. Y encima me rompí la rodilla. Pasé momentos difíciles en los que pensé que tal vez no estaba preparado para dar el salto. Había presión. Pero poco a poco lo superé.
P. ¿En algún momento se sintió solo?
R. Alguna vez. Vivía en la Residencia Blume. Y aunque tenía muchos amigos alrededor, había momentos de reflexión en los que me hubiera gustado tener a personas queridas más cerca. Pero en casa siempre había alguien de la familia: o mis padres o mi hermana, que vive en Barcelona. Siempre pasas por algunos momentos de nostalgia, de pena, pero no fueron muchos.
P. ¿Llegó a pensar en abandonarlo todo y regresar a casa?
R. Cuando tuve la lesión. Si no me hubiese recuperado por completo no habría podido seguir. Llevaba un año en Barcelona y era un momento crucial porque acababa de entrar en el primer equipo; era el año 1987. Temí tener que abandonar. Pero todo salió bien.
P. Aunque nació en Zumárraga (Guipúzcoa), sus estudios básicos los realizó en Barcelona.
R. Nacer allí fue casual, porque mi familia vivía ya en Barcelona. Estudié hasta el segundo de BUP en los jesuitas de Caspe. Después regresé a Vitoria a acabar el COU, porque mis padres habían trasladado allí su domicilio. Luego regresé a Barcelona para incorporarme al Barça.P. Todos sus profesores aseguran que fue un buen estudiante.
R. Mentira [afirma sonriendo]. No. Era justito, el típico estudiante que pega los codos en la mesa en los momentos finales. Pero mejor no entrar en detalles.
P. Su familia tiene una casa en Viladrau. ¿Va allí a menudo?
R. Mis padres vivieron allí muchos años. Uno de mis hermanos nació en Vic. Sé que para ellos supone una etapa de su vida. Para mí siempre ha sido la válvula de escape cuando salgo de Barcelona. Allí lo pasábamos bien. Aun ahora voy allí muchas veces y te das, cuenta de lo que te quiere la gente.
P. ¿Cómo lleva su carrera de empresariales?
R. Como puedo. Me hubiera gustado acabarla antes, cuando tenía más tiempo. Ahora ha quedado en segundo plano, pero a punto de concluir.
P. Se ha comentado que habla cinco idiomas.
R. No es cierto. Con el castellano, el catalán y el inglés ya tengo suficiente. También chapurreo el francés.
P. ¿Cuáles son sus aficiones?
R. Las motos sobre todo, porque es algo que mis padres pusieron en mi vida desde muy pequeño. En general me gustan todos los deportes. La música siempre me ha acompañado. Lo escucho todo, la clásica también, en algunos momentos. Y la lectura. La novela histórica es lo que más me gusta.
P. ¿Qué cree que ha aportado el balonmano a su vida?
R. Una filosofía, una forma de pensar; conocer amigos; unos ahorros importantes para garantizar el futuro. Pero, por encima de todo, una filosofía de la vida.
P. Su vida deportiva ha transcurrido con Valero Rivera como entrenador. ¿Qué piensa de su técnico?
R. Rivera ha logrado muchos éxitos con la gente que tiene y con sus fórmulas de trabajo. Su sistema funciona. Con su disciplina, que es muy dura, y con sus métodos de entrenamiento, que son durísimos, ha conseguido muchos títulos. No tengo nada en contra, puesto que no conozco a otro que lo haga mejor. Siempre he estado con él.
P. Estos conceptos de disciplina, ¿cree que le han ayudado en su vida personal?
R. Hay veces que no entiendes bien la psicología de los entrenadores. Es dura. Pero siempre acabas pensando que el bien del grupo está por encima de los aspectos individuales.
P. ¿Cambiaría el Barça por algún otro equipo?
R. No. Creo que estoy en el mejor equipo de Europa, y disfruto con lo que hago.
P. ¿Ha decidido dónde vivirá cuando acabe su carrera deportiva?
R. Toda mi vida se ha desarrollado en Barcelona. Lo Iógico es que me quede a vivir aquí, porque es donde más relaciones tengo y donde tendré más posibilidades de integrarme en el mercado laboral. Ya sé que eso será duro, porque tener la carrera de Empresariales y encontrar trabajo a los 30 años no va a ser fácil. Pero supongo que lo más conveniente será vivir en esta ciudad.
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