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Rodríguez dice que no habrá elecciones hasta el 2000

Luis R. Aizpeolea

El clima de euforia que vive el Gobierno por los buenos resultados económicos se ha trasladado a las relaciones con sus socios nacionalistas. El Consejo de Ministros pasó ayer por alto los últimos desplantes del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, de tal modo que el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Angel Rodríguez, afirmó que no habría elecciones hasta el año 2000. "Tomen nota", dijo para subrayar la recuperada armonía entre José María Aznar y Jordi Pujol sin referirse siquiera a las críticas del PP catalán al presidente de la Generalitat.

Aznar y Pujol han conversado telefónicamente y han calmado las aguas revueltas tras las afirmaciones del presidente de la Generalitat acerca de su capacidad para condicionar el calendario electoral en España, y su afirmación de que había hecho "pasar por el aro" al Gobierno.La conversación entre Aznar y Pujol, no reconocida oficialmente, tuvo su efecto. El portavoz del Gobierno quiso demostrar ayer que en las declaraciones del líder de CiU había también numerosas muestras de apoyo al Ejecutivo. Eso sí, tras dejar claro que la potestad de convocar las elecciones la tiene Aznar. Rodríguez leyó algunas frases textuales de Pujol, tales como que "CiU hará lo imposible por agotar la legislatura".

El ministro de Economía y Hacienda, Rodrigo Rato, también quitó hierro al conflicto al señalar que le parecía lógico que la Generalitat reclamara un acuerdo sobre financiación sanitaria en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera, celebrado la víspera.

El Gobierno sabe que Pujol afronta una situación complicada en Cataluña, como evidenció una reciente encuesta de La Vanguardia en la que el alcalde socialista de Barcelona, Pasqual Maragall, le sobrepasa en siete puntos, y que le está empujando a maniobras políticas en las que se encuadran sus declaraciones conflictivas.

El Gobierno confía en la continuidad del respaldo de Pujol en dos razones: No puede dejarles estando en juego los Presupuestos de 1998, los del cumplimiento de España de los requisitos de Maastricht, y con una situación económica favorable.

Momentos distintos

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El portavoz del Gobierno comparó ayer el momento en que Pujol retiró el apoyo al Gobierno socialista con el actual. "CiU dejó de sostener a un Gobierno que era insostenible por el clima de corrupción, GAL y asfixia económica", dijo Rodríguez. En tono eufórico dijo: "El Gobierno del PP está devolviendo la confianza a los españoles".Por su parte, el presidente de la Generalitat reiteró ayer que no apoyará incondicionalmente el plan de estabilidad económica del Gobierno popular, hasta que Cataluña haya conseguido un acuerdo favorable de financiación de la sanidad pública para el periodo 1998-2001, informa Lluís Visa. "No podemos aceptar", dijo Pujol, "un plan de ahorro si en una partida tan importante, que representa el 35% de nuestro presupuesto, hay una financiación que manifiestamente no responde a las necesidades ni al volumen de las transferencias".

Pujol recordó que CiU apoya todas las medidas económicas para reducir el déficit público y a la integración monetaria europea, pero siempre que ello no represente para Cataluña un sacrificio mayor que al resto de las comunidades que también tienen traspasada la sanidad.

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