_
_
_
_

El Mundial arranca con 14 pilotos españoles

Los 500cc se convierten en la categoría prioritaria de la competición

Llegó el estreno. Arrancó el Campeonato del Mundo de motociclismo de 1997 con la disputa de los primeros entrenamientos para el Gran Premio de Malaisia. En la próxima madrugada se pone verde el semáforo del circuito de Shah Alam y comienza un Mundial que se presenta intenso y repleto de alicientes. Y España sigue siendo una potencia: en el primero de los 15 grandes premios del año se alinean 14 pilotos españoles.En Shah Alam se abre, por supuesto, el que debe ser el gran año de Àlex Crivillé, líder de la nueva generación que aspira a: lograr para España el primer título de 500cc, la categoría reina. Su reto al rey del Mundial, el australiano Mick Doohan, monopoliza la atención. "Quiero ser campeón", reconoce el piloto de Seva, quien disputará, como iodos, dos carreras en casa (Jerez, el 4 de mayo, y Montmeló, el 14 de septiembre).

Pero Crivillé no está solo. Las tres categorías ofrecen mucho más. También está el mejor equipo que ha parido el motociclismo español, un dream team capitaneado por Sito Pons, con Carlos Checa y Alberto Puig como pilotos. Para ellos, el objetivo es idéntico al de Crivillé y cuentan con el mismo armamento, la Honda NSR, la mejor moto del mundo.

Queda claro que los 500cc se han convertido en prioridad. Por eso España es el país más representado en la mayor de las cilindradas, con cinco pilotos, todos a lomos de máquinas de fábrica. Completan la nómina Juan Bautista Borja (Elf) y Sete Guibernau (Yamaha). No lo tendrán fácil para destacar, pues en cada carrera de 500cc habrá más de 15 pilotos con montura oficial (6 Honda, 4 Yamaha, 2 Suzuki, 2 Elf, 1 Aprilia, 2 Modenas KR3). Precisamente la Modenas KR3 es la gran innovación técnica del curso. Se trata de una apuesta personal del legendario Kenny Roberts, que ha construido su propia moto para amenazar a los grandes fabricantes. Para ello ha optado por una máquina tricilíndrica, menos potente que las hegemónicas motos de cuatro cilindros, pero también menos pesada.

Las categorías menores, los 250cc y los 125cc, que tantos triunfos aportaron al motociclismo español, han pasado a segundo plano. Sigue viva, no obstante, la leyenda de Jorge Martínez Aspar, el piloto más veterano del campeonato, que a sus 34 años aún aspira a conquistar con Aprilia su quinto título. Pero su cilindrada, los 125cc, es la más abierta. En ella también compiten Josep Sardá (Honda), Juan Enrique Maturana (Yamaha) y el hijo de Ángel Nieto, Gelete, encuadrado en la escudería de Aspar.

En 250cc, no se anuncian domingos muy gloriosos para los españoles. La representación es amplia -cinco pilotos-, pero sin material de primera fila, excepto Emilio Alzamora (Honda), debutante en la categoría. Sí tienen experiencia Luis D'Antin y José Luis Cardoso, pero ambos se estrenan con Yamaha, y los hermanos Gavira, Idalio y Eustaquio, debutan en el Mundial. El ramillete de candidatos al título se extiende a media docena de nombres. Entre ellos, el campeón, el italiano Max Biaggi, cuyo abandono de Aprilia ha desencadenado un baile de pilotos. Biaggi corre con Honda y su potencial está por ver.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_