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Una red de más de 300 ONG colombianas exige una salida negociada a la guerra

Ramón Lobo

"El mayor obstáculo con el que nos enfrentamos es el hecho de que el debate político colombiano se halla narcotizado. Secuestrado por un solo asunto: el narcotráfico. Hay que introducir elementos nuevos, pues nuestra realidad es. mucho más compleja, no todo se explica desde el problema de la droga", asegura Ana Teresa Bernal, responsable de un amplio movimiento ciudadano

por la paz que integra a más de 300 Organizaciones no gubernamentales y que quiere abrir una discusión nacional que obligue a una salida pacífica de la guerra no declarada entre guerrilla, paramilitares y Ejército.

Redepaz (Red nacional de iniciativas por la paz y contra guerra) es una propuesta original en Colombia. Han conseguido situarse en el centro de un debate muy polarizado. Nació en noviembre de 1993. Desde entonces ha logrado movilizar a miles de personas. En octubre, 2,7 millones de niños efectuaron una votación nacional en la que eligieron como principal derecho el de la vida y la paz. Este año, coincidiendo con las elecciones municipales del 26 de octubre, pretenden organizar otra votación paralela, esta vez con adultos.

Redepaz dice que su iniciativa parte del artículo 22 de la Constitución de 1991, que establece la paz como un derecho y un deber fundamental. "Queremos que nuestra movilización genere un ambiente político distinto que tenga después su reflejo en las leyes, pero sin ese ambiente todo proyecto esta abocado al fracaso", asegura Bernal.

"Tenemos que lograr el despertar de esta sociedad, evitar que el 75% de los ciudadanos den a espalda a las urnas porque piensan que no pueden cambiar nada; juntos podemos éambiar muchas cosas", dice León Valencia, un ex guerrillero del Ejército de Liberación Nacional y ahora militante de Redepaz.

Gobierno débil

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A esta organización se le han unido, Unicef y otra ONG colombiana creada en la época de los secuestros. Tanto Bernal como Valencia admiten las dificultades existentes: "Con un Gobierno [el de Ernesto Samper] tan debilitado por el problema del narcotráfico, han crecido las opciones de fuerza en su seno", dice. El ex guerrilero va más lejos: "Ni Ejército ni guerrilla son conscientes de que no pueden ganar la guerra [que causa 40.000 muertos al año], de que existe un empate negativo". Otro asunto son los paramilitares. "Es algo", dice Valencia, "que al Ejército se le ha ido de las manos".Bernal cree que hay que colocar la paz entre las prioridades de la agenda política. Por eso han venido a España. "Queremos el apoyo de España, de, su Parlamanto, de sus partidos, empresarios y sindicatos", dice. "Es necesario crear un ambiente internacional en favor de la paz en Colombia". Valencia tiene, además, sus cuentas al día: "Con la paz, nuestro producto interior bruto subiría tres puntos. Es algo que nos interesa a todos".

Ambos ven los ejemplos de El Salvador y Guatemala como modelos. "Aquí, el Ejército trata a la guerrilla como un problema de delincuencia, y no es eso, es un problema político que exige respuestas políticas", asegura Valencia. Para él, un segundo problema es Estados Unidos, cuya visión de Colombia es rehén del narcotráfico. "Es una relación monotemática. Nuestra misión es cambiarla".

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