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Arzalluz advierte que su apoyo al Gobierno deja abiertos "campos de desacuerdo" sobre pacificación

Xabier Arzalluz manifestó ayer que en la reunión mantenida el lunes con José María Aznar garantizó un "cupo continuista del 6,24%" y acordó abrir una segunda fase de negociación para definir el traspaso de las 41 competencias pendientes y culminar así el desarrollo estatutario. Como contraprestación, Arzalluz revalidó su apoyo al Gobierno del PP, aunque matizó que dejando abiertos "campos de desacuerdo" en materia de pacificación y en otras leyes que prepara el Ejecutivo. Arzalluz y el lehendakari José Antonio Ardanza asistieron ayer en Bilbao a la celebración del XX aniversario de la Asamblea de Iruña, primera celebrada por la formación nacionalista tras salir de la clandestinidad.Ardanza apostilló que este apoyo al Gobierno del PP vendrá en paralelo al cierre del Estatuto vasco en esta legislatura: "La fórmula no es un pacto de legislatura, pero sí es de apoyo a la acción de Gobierno. Un pacto de legislatura es mucho más de hierro, un pacto de apoyo a la acción gubernamental deja también campos de desacuerdo".

El portavoz del Grupo Vasco en el Congreso, Iñaki Anasagasti, será el encargado de avanzar en esos desacuerdos mano a mano con el vicepresidente Francisco Álvarez Cascos. El PNV mantiene puntos de fricción claros en materia antiterrorista con el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja. Arzalluz indicó ayer que es "inevitable" que en lo que resta de legislatura ambos partidos se topen con escollos, pero el encuentro del lunes ofrece a Aznar un colchón de apoyo que podrá intensificarse con el trabajo parlamentario que desarrollan en Madrid los cinco diputados del PNV.

Arzalluz y Ardanza consiguieron "reordenar las cosas" y constatar que no había habido "mala voluntad" en la sucesión de fricciones iniciadas con el documento del PNV sobre la violencia y acompañadas después por la negativa de Mayor a recibir a la Comisión de Derechos Humanos y las declaraciones de Arzalluz a Le Monde.

Desacuerdos

Ambas partes admiten que el desacuerdo existe, sobre todo en temas como el acercamiento de los presos a Euskadi o el diálogo con ETA, y que más vale encauzarlo desde la "discreción", dijo el lehendakari, para que "no lleve a consecuencias no deseadas por ninguno", apostilló Arzalluz. Éste último se comprometió de forma muy gráfica a "no hacer sangre" en este asunto e hizo un reconocimiento claro sobre la titularidad de la política penitenciaria: "Nosotros reconocemos que la competencia penitenciaria es de Interior", dijo, aunque a renglón seguido indicó que "posiblemente lo que haremos es intentar acelerar la transferencia [de prisiones] si no hay manera de ponerse de acuerdo en una cosa que es una interpretación de la ley" [en alusión al acercamiento de los presos].Pero al margen de las discrepancias, Arzalluz y Ardanza acordaron "reafirmar el pacto" cerrado en abril. Y se llevaron para el País Vasco el compromiso de Aznar de que Rajoy presente un calendario para negociar, a partir de mayo, los 41 traspasos que Euskadi tiene aún pendientes. Esta segunda pata del acuerdo de abril para apoyar la investidura de Aznar, que fue desgranada en la reunión por Ardanza, salió robustecida de La Moncloa. Según Arzalluz, Aznar le confirmó que el desarrollo íntegro del Estatuto "se tiene que ir ya concretando".

Arzalluz aprovechó también para culpar al PSOE, IU y los dos sindicatos mayoritarios de obstaculizar el cumplimiento del Estatuto. "Son los que se oponen a que el País Vasco tenga una seguridad o una Caja propias", dijo. Y añadió que, tras el desacuerdo mostrado por los socialistas en la negociación del concierto, éstos deben decidir si continúan en el Gobierno tripartito o lo abandonan.

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