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Los laboristas se preparan para unas elecciones anticipadas en Israel

El Partido Laborista israelí comenzó ayer a prepararse para unas elecciones anticipadas ante la eventualidad de que las pruebas policiales contra el primer ministro, Benjamín Netanyahu, sobre un escándalo de corrupción fuercen la caída del Gobierno. Nisim Zvili, secretario general de los laboristas, afimó que los "indicios que anuncian la caída del Gobierno de derechas de Netanyahu se multiplican". Varios ministros del Gabinete reconocieron asimismo que la crisis puede desembocar en unos comicios.

"Si se comprueba que el primer ministro y el ministro del Justicia, Tzahi Hanegbi, están implicados directamente en este asunto, el Gobierno deberá ser disuelto y tendrán que celebrarse nuevas elecciones", declaró a la radio militar israelí el ministro del Interior, Avigdor Kahalani.La televisión pública israelí asestó ayer un nuevo golpe a Netanyahu al revelar que los tres policías que interrogaron al primer ministro el pasado martes durante cuatro horas, le advirtieron que su declaración podría ser utilizada contra él y que, eventualmente, podría presentarse un acta de acusación. La televisión indicó que los policías tomaron esa decisión después de que el primer ministro se negase a responder a sus preguntas sobre el nombramiento de Roni BarOn, un abogado cercano a Netanyahu, para el puesto clave de consejero jurídico del Gobierno, equivalente a fiscal general del Estado. El primer ministro se limitó a decir que no se acordaba y que no tenía conocimiento de los hechos considerados como esenciales por los investigadores.

El escándalo, que pone en peligro la estabilidad del Gobierno israelí y dio origen a la creación de una comisión de investigación, arrancó el pasado 10 de enero, cuando Bar-On, miembro del gobernante partido conservador Likud, fue nombrado consejero jurídico del Gobierno.

Nombramiento impuesto

Poco después la televisión informó de que su designación fue impuesta por Arie Deri, jefe del partido ultra ortodoxo Shas, que amenazó con retirar el apoyo de sus 10 diputados al acuerdo israelo-palestino sobre Hebrón si no se nombraba consejero legal a BarOn. Según la televisión, Arie Deri esperaba obtener un tratamiento favorable en un proceso que pesa sobre él por desvío de fondos. Nada más iniciarse el escándalo, el ministro de Comercio e Industria, Nathan Charansky, afirmó que, "de ser cierto sólo el 10% de lo revelado por la televisión", el Gobierno no tendría razón de seguir existiendo. Bar-On presentó de inmediato su dimisión y el prestigioso juez Elyakim Rubinstein fue designado en su puesto. Pero la investigación ya había comenzado.Yosi Sarid, jefe del partido opositor de izquierdas Meretz, (nueve diputados), pidió que se suspenda a Netanyahu mientras se desarrolla la investigación: "El Gobierno no puede funcionar si quien está a su cabeza es sospechoso de delitos criminales". El portavoz del primer ministro no quiso ni desmentir ni confirmar las informaciones. Las últimas elecciones se celebraron en mayo pasado y las próximas están previstas para el 2000.

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