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Una explosión en el depósito de carburante causó el siniestro de la TWA

Ni bomba ni misil: lo que provocó la caída en el océano Atlántico del vuelo 800 de la TWA fue una explosión en un depósito de carburante debida a razones mecánicas todavía desconocidas. Esta es la conclusión a la que han llegado, tras cinco meses de trabajo y después de haber recuperado el 90% de los restos del aparato, los especialistas de la NTSB, la organización nacional norteamericana de seguridad en el transporte. Ese organismo ha solicitado al Gobierno de EE UU que exija a los fabricantes de aviones de viajeros la adopción de medidas para evitar la repetición de un accidente semejante.

El pasado 17 de julio, un Boeing 747 de la compañía norteamericana TWA que acababa de despegar del aeropuerto Kennedy de Nueva York en dirección a París hizo explosión en el aire y sus restos se desparramaron por las aguas del Atlántico, en las cercanías de Long Island. Ninguna de las 230 personas que ocupaban el avión sobrevivió.

La proximidad del comienzo de los Juegos Olímpicos de Atlanta y la inquietud provocada en EE UU por los atentados terroristas contra bases norteamericanas en Arabia Saudí provocaron que desde el primer momento la atención de los investigadores se dirigiera hacia grupos integristas musulmanes. Pero ninguno de ellos reivindicó el atentado y, con el paso del tiempo, el rescate de los restos ' del Boeing 747 convenció a los expertos de la inverosimilitud de esa hipótesis.

Entró entonces en escena la teoría del misil. Difundida a través de Internet y adoptada el mes pasado por el veterano periodista norteamericano Pierre Salinger, esa versión aseguraba que el avión había sido derribado por error por un misil disparado por un buque de la Marina de Estados Unidos que hacía prácticas en la zona de Long Island. Esto fue descartado de inmediato por el Pentángono y el FBI.

Mezcla peligrosa

La reconstrucción casi completa del aparato en un gigantesco hangar de los suburbios de Nueva York ha permitido a los especialistas de la NTSB deducir que la causa de la tragedia fue el incendio de uno de los depósitos de, combustible debida a razones internas, razones propias al aparato. Se desconoce todavía cuál fue la causa exacta que hizo explotar la mezcla de carburante y aire del depósito, pero la NTSB ha señalado la peligrosidad que conlleva la proximidad del mismo con los mecanismos de calefacción de la cabina de pasajeros.La NTSB ha solicitado a las autoridades de transporte norteamericanas que exijan a los fabricantes de aviones de transporte de pasajeros la adopción de medidas técnicas para evitar la peligrosidad de la combinación de una determinada cantidad de combustible con una determinada cantidad de aire y una determinada temperatura. Boeing anunció ayer que seguirá escrupulosamente las instrucciones de las autoridades.

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