Fracasa la reunión de Rajoy con los sindicatos de empleados públicos
La reunión que mantuvieron ayer el ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, y los sindicatos de funcionarios culminó con un rotundo fracaso. Durante dos horas y media de diálogo, el Gobierno reiteró que no piensa dar marcha atrás en la congelación salarial para 1997 y las centrales calificaron de "inevitable" y "necesaria" la huelga convocada para el 11 de diciembre entre los empleados públicos.
Rajoy dio todo tipo de explicaciones, primero ante los sindicatos y luego ante los periodistas, del nulo margen de maniobra con que cuenta el Gobierno para mejorar las retribuciones de los funcionarios el próximo año. El argumento principal es la necesidad de cumplir los criterios de convergencia, fundamentalmente en déficit público. Y por ello se ha elaborado "el Presupuesto más estricto desde 1977". El ministro presentó a las centrales la misma oferta que les hizo llegar la semana pasada, consistente en incremento cero para 1997, subida de la inflación prevista para 1998 e igual aumento para 1999 si el déficit público lo permite.
Los dirigentes sindicales Julio Lacuerda (UGT), Carlos Sánchez (CC OO) y Enrique Alonso (CSI-CSIF) calificaron de "pantomima de negociación" la reunión de ayer y aseguraron que el Gobierno "no ha movido su posición ni un milímetro". Ellos llevaban una contraoferta por si el Gobierno variaba su oferta: recuperar en años siguientes parte del poder adquisitivo perdido en 1997.
Mientras se celebraba esa reunión, un grupo de dirigentes de los sindicatos de funcionarios se encerraron en las dependencias del Museo del Prado para exigir al Gobierno que modifique su decisión. La protesta se produjo ante la pasividad de los servicios de vigilancia de la pinacoteca. Otro grupo de bomberos se manifestó asimismo en el Paseo del Prado.
