_
_
_
_

Arafat rechaza el nuevo proyecto de Netanyahu para el repliegue de Hebrón

Yasir Arafat ilustró dramáticamente ayer la frustración palestina blandiendo en el puño el más reciente plan del Gobierno israelí para la ciudad cisjordana de Hebrón y denunciando que el Estado judío, bajo el liderazgo derechista de Benjamín Netanyahu, abraza ideales aún más racistas que el apartheid surafricano. La propuesta, calificada por el líder palestino de "peligrosa" divide la ciudad en dos y da a Israel derecho de persecución.

La furia del presidente de la Autoridad Nacional Palestina estalló en El Cairo, escenario de frenéticas gestiones diplomáticas para evitar que el actual empantanamiento de las negociaciones palestino-israelíes patrocinadas por EE UU caiga en un ciclo de violencia capaz de arrastrar a la región a una nueva guerra. "Esto hace saltar el acuerdo por los aíres", dijo Arafat sacudiendo en la mano el texto de la propuesta israelí, que, según los palestínos, altera la esencia misma de los pactos de Oslo. Según éstos, los israelíes debían haber replegado sus fuerzas militares de Hebrón hace siete meses para que Arafat asumiera el control de la ciudad cisjordana más conflictiva, debido a la presencia de 450 colonos extremistas judíos."Es una operación peligrosa. Demuestra las intenciones agresivas de Israel y demuestra un aborrecible racismo", dijo Arafat. "No cabe duda de que este plan va a promover el clamor no sólo entre los palestinos, sino en el mundo árabe y en el concierto internacional", agregó.'

Arafat, que ya ha presentado una queja formal ante los gobiernos de Egipto y de la Unión Europea a través de comunicaciones enviadas a Irlanda, Italia y Holanda, pasó revista al proyecto ante un grupo de periodistas en su residencia cairota. "Les voy a leer el documento en su versión en árabe, porque el tema es serio y contiene racismo. El plan divide Hebrón en dos partes, dos ciudades separadas, pero en la que los israelíes se reservan el derecho de perseguir [a árabes] por todas partes". El plan, agregó, restringe además la construcción y la planificación municipal en Hebrón. "¡Vaya racismo! ¡Esto no ocurrió ni en Suráfrica!", exclamó.

La propuesta israelí, según la versión difundida ayer por los palestinos, contempla, entre otras cosas, pleno control israelí en las paradas de autobuses; presencia militar en la tumba de los profetas, santuario común de judíos y musulmanes; prohibición de construir escuelas, hospitales o clubes en determinadas partes de la ciudad, y aceptación palestina al argumento israelí de que el sitio de Dair al Arbain, que Yasir Arafat sostiene que fue una mezquita construida hace 300 años, es en realidad una sinagoga.

Autoridades israelíes dijeron, sin embargo, que Arafat, fiel a su estilo de dramatizarlo todo en el último momento a fin de mejorar su posición en las negociaciones, estaba exagerando, pero que en cuestión de horas se anunciaría un acuerdo. "Es necesario que Arafat deje de saltar de un lado a otro como si tuviera todo el tiempo del mundo. No hay lugar para estos juegos", declaró el ministro israelí de Exteriores, David Levy.

Ésa era anoche una impresión que no compartían para nada los palestinos, los egipcios y los jordanos. "Abu Ammar [Arafat] está realmente furioso. No recuerdo la última vez que lo vi tan enojado", comentó un ciudadano árabe de Jerusalén. "Lo que hemos visto de las propuestas israelíes hace difícil imaginar un acuerdo sobre Hebrón en el futuro inmediato", declaró el ministro de Exteriores egipcio, Amer Musa. "Si no se produce el repliegue de Hebrón, creo que nos veremos en una nueva crisis", observó, por su parte, el primer ministro jordano, Abdel Karim al Kabariti.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Mientras Arafat se aprestaba anoche a volver a Gaza, era bastante complicado seguir el paso de dignatarios en búsqueda de una salida diplomática a la crisis. Kabariti se propone regresar hoy a El Cairo para nuevos contactos con el presidente Hosni Mubarak. El enviado especial norteamericano Dennis Ross vuelve a Jerusalén y se habla de un nuevo viaje de Arafat a Jordania. De lo que no cabe duda es de que la visita del presidente israelí, Ezer Weizman, a Jordania, prevista para hoy, ha sufrido un retraso. Funcionarios jordanos dijeron que fue una decisión israelí.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_