Sindicalistas de la policía acogen con una Pitada al presidente
José María Aznar fue acogido con una fuerte pitada al llegar a la Puerta de la Bisagra para presidir los actos de la policía. Un centenar de militantes de la Unión Federal de Policía hizo sonar sus silbatos para dejar clara a Aznar su queja por "la penosa situación" económica que sufre el Cuerpo Nacional de Policía. Minutos antes, el presidente visitó al policía ,Domingo Durán Díez, herido en un atentado de ETA en Bilbao, en 1995, e internado en el hospital de parapléjicos de Toledo.
Encabezados por el secretario general, Fernando Vázquez Romay, los sindicalistas llegaron a Toledo a pie desde Getafe (Madrid). Tras un forcejeo con sus compañeros de la unidad de antidisturbios, negociaron un puesto cerca de la tribuna presidencial y no pararon de tocar los silbatos o corear "Aznar culpable, Oreja responsable".
Estaba previsto que el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, pronunciase un discurso durante la ceremonia, pero rechazó el micrófono cuando se anunció su intervención. Según fuentes policíales, no quiso hablar ante la posibilidad de tener que hacerlo con la música de fondo de los silbatos. El incidente sonoro propició una cierta desorganización en los actos.
La Unión Federal de Policía se queja de la congelación salarial, de la "crisis de imagen" que padece el cuerpo por el caso GAL y el escándalo de los fondos reservados, así como la falta de presupuesto para renovar los medios materiales "porque el dinero se fue a Suiza".
Mayor reconoció después que el Presupuesto para 1997 "es el peor de todos los posibles para afrontar las demandas salariales y profesionales de los policías".
El Sindicato Profesional de Policía Uniformada difundió un comunicado en el que afirma que la situación de la policía es más propicia para un funeral que para celebraciones festivas.
