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Reportaje:

La Atlantida vegetal Hallado el bosque

Hallado el bosque fosilizado más antiguo de Madrid bajo el Jarama

Vicente González Olaya

El río Jarama guardaba desde hace miles de años un secreto. Dos profesoras de Geología de la Universidad Complutense, Mini Garzón y Ángela Alonso, lo han desentrañado: un bosque de ribera fosilizado de unos 6.000 años, que está considerado el más antiguo de la región. Profesores de las facultades de Geológicas, Biología y Montes estudian el descubrimiento. Sus primeras conclusiones son espectaculares.

Todo comenzó hace cuatro años cuando una de las graveras que jalonan el río a la altura de Velilla (3.750 habitantes) descarnaba las riberas. Gigantescos troncos salieron a la luz arrastrados por las excavadoras. "Eran restos de olmos, alisos y chopos, especies muy semejantes a las actuales", explica el ingeniero de montes Luis Javier Sánchez. Y es que los análisis de los expertos han dejado claro que el Jarama de hace 60 siglos era muy semejante al actual. "Las principales diferencias estriban en la destrucción de la vegetación de las riberas. El hombre ha convertido poco a poco la vega en una zona casi despoblada de árboles y animales", apunta Fernando Gómez, profesor titular de Botánica.

Hace miles de años, la arena del río enterró los árboles. Carlos Morla, botánico, lo explica: "Los sedimentos y el agua los cubrieron. Posiblemente un cambio climático aumentó el caudal. Alejados de los microorganismos y del oxígeno, se fosilizaron".

En aquellas épocas, además de una espesa vegetación, osos, lobos, uros, venados y jabalíes vivían junto a las orillas. "El hombre también andaba cerca. Entre los pólenes encontrados en la zona se han descubierto algunos de cereales de cultivo", explica Mercedes García, botánica de la Autónoma. Las conclusiones de los trabajos estarán dentro de un año. "Podremos reconstruir cómo era la vida hace unos 6.000 años en el Jarama y hacia donde se encamina el río", dicen.

El equipo que lo investiga hace frente a dos problemas. "No sabernos dónde guardar los árboles porque carecemos de instalaciones apropiadas. Tendría que ser Velilla quien se hiciera cargo, creando un museo", comentan. Los profesores creen que los troncos pronto desaparecerán al entrar en contacto con el oxígeno del aire. "El otro problema es que los fondos con los que trabajamos [del Ministerio y la Comunidad] no nos permiten contratar becarios", dice Carlos Morla. De hecho, todos los trabajos han sido realizados por profesores. "Pero quizás lo más grave", terminan, "es el proyecto de la Confederación del Tajo de dragar el río". "Si hacen eso, el Jarama se morirá. La vegetación desaparecerá y habremos perdido algo que se conservaba desde hace miles de años", augura.

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Sobre la firma

Vicente González Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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