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La dirección del PCE rechaza la propuesta de no pactar con el PSOE

El comité ejecutivo del PCE tumbó ayer la tesis de rechazar pactos autonómicos con el PSIDE defendida en un borrador elaborado para una futura conferencia de organización del partido. En el documento se argumentaba que los pactos municipales con el PSOE de 1979 a 1982 habían llevado al hundimiento electoral del PCE, situación que podría repetirse. El comité cuestionó la validez de la filosofía, del sorpasso de la hegemonía del PCE.

En el borrador presentado ayer a debate se rechazaba la posibilidad de pactos autonómicos con el PSOE basándose en las consecuencias de los pactos municipales entre el PCE y los socialistas de 1979 a 1982. Pero ni éste es aquel momento ni puede decirse siquiera que los resultados de hipotéticos acuerdos vayan a ser los mismos que fueron entonces: crisis interna en el PCE, fugas de dirigentes o hundimiento electoral. Otras fueron las causas de estas consecuencias. Negado el argumento, caía por su propio peso la propuesta de rechazar los pactos.

El debate -sin medios de comunicación y, en consecuencia, sin necesidad de construir frases brillantes para beneficio de los periodistas- se centró en otro punto del documento: la hegemonía del PCE en IU. Gaspar Llamazares (Asturias) y Ángel Pérez (Madrid), entre otros, se mostraron en contra de seguir aferrados a términos que tienen connotaciones tan negativas para militantes y electores. Ambos, en la idea de buscar más lo que une que lo que separa.

La hegemonía del PCE en IU, que tanta discusión provocara en el XIV Congreso del partido, no va a ser ya bandera para nadie. La hegemonía, si es que se traduce por control, debe quedar absolutamente relegada en el lenguaje del partido. La reunión de ayer puso en cuestión el concepto de hegemonía y hasta la vocación hegemónica del PCE.

En el borrador que se debatió ayer se ha matizado esta expresión. Miguel Bilbatúa, responsable de información del PCE, explicaba: "Una cosa es que queramos ser mayoritarios en la izquierda y otra que pretendamos controlar a IU".

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Algo similar ha ocurrido con la palabra sorpasso, tan discutible, aun en el sentido más laxo del término. Es la primera vez que se cuestiona dentro del PCE y se asume por su dirección la validez no tanto de estas palabras como de lo que significan.

Donde no había sutilezas ni matizaciones era en el documento presentado ayer por Francisco Frutos con el título de Guión para la reunión del comité ejecutivo. Trece puntos que levantan ampollas y que, al socaire de ser un resumen del anterior comité federal, se convierten en un ataque de trazos gruesos contra Nueva Izquierda y contra los medios que les alientan.

Frutos avanza un memorial de agravios contra los medios de comunicación, con especiales referencias a la SER y EL PAÍS. Habla del "discurso anticomunista" de estos medios como parte de la filosofía capitalista y de lo que significa el nacimiento de Nueva Izquierda como partido. Precisamente, el comité rechazó que se recogiera en el documento la expresión "saludamos" al referirse a la salida de los dirigentes del PCE que se han pasado al Partido Democrático de Nueva Izquierda. Una Nueva Izquierda que ayer aprobó la promotora ejecutiva y el nombramiento de Diego López Garrido como portavoz político y de Juan Berga como responsable de comunicación.

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