El PP ofrece a CiU que el nacionalista Joan Rigol sea el presidente del Senado
El senador de la coalición nacionalista catalana Convergència i Unió (CiU) Joan Rigol será el próximo presidente del Senado si se ratifica el pincipio de acuerdo logrado tras los primeros contactos entre las distintas fuerzas políticas tras Ias elecciones del domingo pasado. La presidencia del Congreso de los Diputados sería para un parlamentario del PP, el partido más votado.Fuentes conocedoras de los contactos políticos celebrados durante la semana manifestaron a Efe que el PP ha intentado convencer a los nacionalistas de que acepten que el presidente del Congreso sea un diputado del partido más votado. Simultáneamente, los conservadores habrían expresado su disponibilidad para ceder la presidencia del Senado a pesar de que el PP dispone de una cómoda mayoría absoluta en la Cámara alta.
De acuerdo con el mismo principio de acuerdo, los nueve asientos de la Mesa del Congreso se repartirían a razón de tres para el PP, tres para el PSOE, uno para Izquierda Unida (IU), uno para CiU y otro para el Partido Nacionalista Vasco (PNV). Coalición Canaria (CC) no entraría en la Mesa del Congreso, pero a cambio se le garantizaría un puesto en la del Senado. Este lugar sería para Victoriano Ríos, el parlamentario que en la pasada legislatura presidió la comisión sobre el caso GAL.
En un primer momento se había considerado la posibilidad de que los grupos del PSOE, IU, Ciu, el PNV y CC arrebatasen la presidencia del Congreso al PP. En aquel cálculo se apuntaba el nombre del convergente Josep López de Lerma como candidato con más posibilidades para desempeñar la presidencia del Congreso.
Sin embargo, la ronda de conversaciones mantenida esta semana por el vicesecretario general del PP, Rodrigo Rato, con representantes de los grupos nacionalistas ha llevado a la conclusión de que el presidente de la Cámara será con toda probabilidad un parlamentario de la candidatura más votada. El propio cabeza de lista de CiU, Joaquim Molins, se ha mostrado públicamente partidario de esta opción, muy probablemente en señal de repulsa por el pacto de la oposición catalana, que, tras las elecciones autonómicas de 1995, en las que CiU perdió la mayoría absoluta, se puso de acuerdo para despojar a los nacionalistas de la presidencia del Parlamento catalán, que finalmente fue para el socialista Joan Reventós. Precisamente era el democristiano Joan Rígol el candidato de CiU para ocupar aquel puesto.
Ida y vuelta
Rigol, presidente de Unió Democrática -el partido democristiano coligado con Convergència en CiU-, fue vicepresidente primero del Senado en la legislatura anterior. En vísperas de las elecciones catalanas de noviembre de 1995, dejó la Cámara alta con el objetivo de ser el nuevo presidente del Parlament. Al no conseguir este propósito, volvió al Senado como miembro designado directamente por el Parlamento catalán.
Rigol eludió hacer comentarios al respecto. El democristiano catalán consideró necesario esperar a comprobar la evolución de los acontecimientos. Por su parte, fuentes del grupo socialista señalaron que, a su juicio, "es de cajón" que la presidencia del Senado sea para Rigol si no la ocupa el PP.
