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Alemania cree injustificados los ataques al franco

Victoria Carvajal

El presidente del Bundesbank (el banco central alemán), Hans Tietmeyer, y el ministro alemán de Finanzas, Theo Waigel, defendieron ayer en Washington al franco al asegurar que "no hay ninguna razón" para los problemas que ha sufrido la moneda francesa, que el viernes registró una fuerte depreciación contra el marco, con el que cerró a 1,51 unidades, después de que el Banco de Francia adoptara medidas de emergencia contra la especulación."No hay ninguna razón para que el franco no se estabilice si el Gobierno francés continúa reduciendo el déficit público", aseguró el presidente del Bundesbank a los periodistas, horas antes de la apertura de la reunión del G-7. "Espero que el Gobierno francés tenga éxito en esa tarea", añadió.

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En vísperas de un encuentro bilateral franco-alemán previsto para hoy mismo, Tietmeyer ha subrayado que "está absolutamente convencido de que la política monetaria francesa va por buen camino y permite aportar una base sólida para la recuperación del franco". Sin embargo, descartó cualquier relación de causa-efecto entre la política monetaria alemana y las dificultades del franco, víctima el viernes de los rumores de dimisión del primer ministro, Alain Juppé, y de las dudas sobre la salud de las finanzas públicas galas. Theo Waigel, por su parte manifestó que Francia se ha "comprometido a cumplir con todos los criterios necesarios para pasar a la moneda única", dando a entender que Alemania no dudaba de ese compromiso.

La decisión de continuar con la reducción del déficit público fue señalada, otra vez, ayer por el propio Juppé ante los parlamentarios de su partido, el RPR, reunidos en Aviñón, al sur de Francia.

Los ministros de Finanzas y gobernadores del Grupo de los Siete expresaron ayer su apoyo unánime al curso de las reformas económicas en Rusia. Tras reunirse con el viceprimer ministro Chubays, acordaron solicitarle al Fondo Monetario una nueva extensión de los préstamos concedidos hasta ahora. Las políticas de estabilización de la antigua URSS han, recibido un fuerte apoyo por parte del FMI, con un crédito disponible de 6.800 millones de dólares. Además, el G-7 pidió al FMI que la comunidad internacional ayude financieramente a Bosnia cuando alcance su pacificación.

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