La prensa francesa reprocha a la justicia de su país inhibirse en el 'caso GAL'
La prensa francesa empieza a investigar la trama de los GAL al norte de los Pirineos. El diario Le Monde dedica toda una página al asunto en su edición de ayer y señala que "el conjunto de la cooperación antiterrorista entre Francia y España está bajo sospecha". El día antes fue el diario Libération el que, con el titular Cómo policías franceses ayudaron a los GAL, subrayaba la pasividad de la justicia francesa frente al caso.El lunes abrió el fuego Infomatin con las declaraciones de un juez de Bayona, no identificado, según el cual 9as operaciones de los GAL [en Francia] no habrían sido posibles sin apoyos en los niveles más altos". La versión de Le Monde culpa a un grupo aislado de policías franceses corruptos y atribuye toda la responsabilidad política al Gobierno español, por haber hecho mal' uso de la información sobre refugiados vascos proporcionada por Francia. La colaboración franco-española "fue sin duda demasiado lejos", dice un alto funcionario, no identificado.
Los tres diarios coinciden en mostrar extrañeza ante el hecho de que las revelaciones y los procedimientos judiciales en España no hayan motivado ninguna acción judicial en Francia. "Numerosos policías y militares franceses han sido relacionados [en España] con las actividades de los GAL, pero sólo los desaparecidos han sido culpados ante el juez Garzón", decía Libération.
Cuatro ciudadanos franceses parecen claramente implicados: los inspectores Guy Metge y Jacques Castets, el coronel de la Legión Gérard Manzanal y el ex legionario ultraderechista Pedro Sánchez. "Guy Metge muere en 1985 al volante de su Audi, en una carretera totalmente recta, tras una comida con sus amigos de la policía de fronteras. El policía Jacques Castets muere de cáncer el 27 de mayo de 1993, sin que la justicia se haya molestado en interrogarle. Pedro Sánchez [ ... ] es hallado sin vida el 25 de septiembre de 1986 en una cárcel francesa, en circunstancias tales que la justicia española abre una investigación por homicidio", señalaba Libération.
Gérard Manzanal, el cuarto hombre, ha desaparecido. Varios mercenarios utilizados por los GAL han ido muriendo también. "Y otros segundones, una veintena larga, han sido puestos en libertad por falta de pruebas o a consecuencia de una cantidad increíble de errores en la instrucción. Después, nada. Silencio francés", concluía Libération.
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