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LA CRISIS POLÍTICA

El 'acta de los GAL' de 1983 copia párrafos de un texto del Cesid de 1979

Miguel González

La supuesta acta fundacional de los GAL, entregada el pasado miércoles al juez Garzón por el ex dirigente socialista Ricardo García Elamborenea, no data de julio de 1983, como reza en el encabezamiento. Al menos, no en su totalidad. Varios párrafos del polémico documento están copiados, casi textualmente, de otro informe del servicio secreto redactado cuatro años antes: en julio de 1979, cuando gobernaba UCD. Entre los párrafos plagiados figura el que supuestamente. acusa al presidente del Gobierno, Felipe González, de ordenar el inicio de la guerra sucia contra ETA.

Los redactores del actafundacional de los GAL -entre los que se encontrarla, según él mismo reconoció al juez Garzón, el coronel Juan Alberto Perote, ex directivo del Cesid- no se esforzaron mucho en su redacción, pues copiaron casi textualmente párrafos enteros del capítulo 11 del libro Lucha contra el terrorismo, elaborado por el servicio secreto en julio de 1979.La principal diferencia radica, además de los cuatro años de distancia que median entre ambos, en que el primer texto se refiere a la lucha contra ETA en el sur de Francia; mientras que el segundo es de carácter puramente teórico.

Además, el plagiador no ha tenido empacho en aprovechar para su informe, globalmente favorable a la guerra sucia, citas tomadas de un documento que desaconseja en general estas prácticas.

El escrito aportado por García Damborenea y remitido por el juez al Tribunal Supremo comienza afirmando que cualquier actuación contra ETA en Francia "debe estar precedida de una valoración serena de sus propias consecuencias, a fin de sopesar exhaustivamente las ventajas a obtener en relación a los riesgos a corre

Por su parte, en el capítulo El contraterrorismo clandestino como problema del mencionado libro del Cesid puede leerse: "Será el estudio de cada situación en concreto y de sus consecuencias previsibles lo que deberá sopesarse serenamente antes de tomarse una decisión de este género"."Aparente contrasentido"

Más adelante, la supuesta acta fundacional de los GAL. afirma: "El aparente contrasentido que suponen las limitaciones con las que se ha de hacer frente a un grupo terrorista como ETA, que actúa sin restricción alguna, confundido entre la sociedad o protegido por una frontera y utilizando en su provecho las mismas leyes que dificultan su enfrentamiento, induce frecuentemente a sopesar la posibilidad de emplear en su lucha formas de acción no sujetas a las limitaciones legales".

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En el libro elaborado por el Cesid en 1979 puede leerse una frase muy similar: "Surge en esos momentos, de modo espontáneo [la tentación de utilizar la guerra sucia], al percibirse las limitaciones con que luchan las Fuerzas de Seguridad al enfrentarse a un grupo terrorista que actúa sin restricción alguna, enmascarado entre la sociedad y protegido por sus mismas leyes. El aparente contrasentido de esta desigualdad es la raíz que induce a proponer algún medio de respuesta complementario no sujeto a limitaciones legales".

La mayor coincidencia se da, sin embargo, en el párrafo que alude a quién debe decidir el inicio- de la guerra sucia. "Sólo quien está conduciendo la lucha contra ETA en su conjunto podrá decidir emprender o no este tipo de acciones, pero siempre con el convencimiento de que está pisando un terreno muy resbaladizo y con la conciencia clara de que con ellas se pretende alcanzar una determinada finalidad que es esencial y no alcanzable por ningún otro procedimiento", dice el informe elaborado en julio de 1983, tres meses antes de la primera acción de los GAL, en alusión a Felipe González, según la versión de Perote y García Damborenea.

"Sólo quien esté conduciendo la estrategia global a la vista del conjunto de la situación y con la conciencia clara de pisar un terreno muy resbaladizo, podría decidir esporádicamente alguna acción concreta de este género si las consecuencias de la valoración sus repercusiones lo hacen, en ese momento, no sólo necesario para recobrar la iiciativa o conseguir alguna otra finalidad esencial, sino además no sustituible por ningún otro procedimiento", afirma el informe del Cesid de julio de 1979, escrito tres años antes de la victoria del PSOE, en octubre de 1982.

"EI precio a pagar será la democracia"

"Podría darse una situación general muy acuciante en que realmente parezca preciso atacar al terrorismo con sus propias armas para disminuir una capacidad ofensiva desbordante, pero en dicha situación, si se fía en exclusiva en esta solución, todo parece apuntar a que el precio real a pagar sea el fin del sistema democrático en un plazo próximo, pues habrá de hacerse frente a una insurrección".El documento del Cesid fechado en el mes de julio de 1979, elaborado en la época en que el general José María Bourgón dirigía el servicio secreto, antes, de la incorporación del general Emilio Alonso Manglano y del coronel Juan Alberto Perote, es contrario al empleo de la guerra sucia para combatir el terrorismo, basándose en razones prácticas, no éticas ni legales.

"No puede pensarse", afirma, "que el contraterrorismo subterráneo sea la solución pragmática del problema terrorista, sólo sujeta al inconveniente de pasar por encima de principios éticos o de la ortodoxia del Estado de Derecho. Porque, en un plano puramente pragmático, no puede olvidarse que lo que realmente se disputa es el apoyo de la sociedad y esos principios éticos y esa ortodoxia son el verdadero punto de apoyo en que la sociedad asienta su adhesión al Poder".

Si, pese a todo, se decide emplear la guerra sucia, el Cesid aconseja, "entrar y salir muy rápidamente en este terreno y conseguir una realización técnica impecable y sin fisuras. Incluso así", agrega, "será difícilmente positivo cara al apoyo social y, en todo caso, habrá iniciado un camino altamente peligroso si la tentación se repite con alguna frecuencia".

El documento advierte sobre el riesgo de que la guerra sucia degenere. "en una especie de bandolerismo", incontrolable, ya que "su autonomía y su práctica impunidad inducirán a desmanes poco justificados".

Tras enumerar las condiciones que deben darse para que una acción ilegal sea eficaz, el informe concluye que, "en realidad, serán altamente infrecuentes los casos en que las condiciones descritas se cumplan".

Coincidencia sorprendente

Aunque el libro "Lucha contra el terrorismo" tiene ya 16 años de antigüedad, su existencia sólo trascendió en enero de este año, cuando el diario El Mundo publicó algunos párrafos del capítulo dedicado a la guerra sucia. Cinco meses después, el mismo periódico difundió los documentos sobre las escuchas ilegales del Cesid, que se llevó el coronel Perote cuando dejó el centro en 1991; y esta misma semana, ha adelantado también el acta fundacional de los GAL. La coincidencia entre el primer y el último documento resulta sorprendente.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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