La guerra acabó con el turismo en el sur del Adriático
"La semana que viene podrá volar a Zagreb, y el próximo verano, a toda Europa". El solitario policía croata que vigilaba ayer la desangelada terminal del aeropuerto de Dubrovnik expresaba así su optimismo. Hace cuatro años era camarero, pero hoy se gana la vida vestido de uniforme, como tantos otros compañeros en paro del que fue principal centro turístico del sur de la costa dálmata.Cerrado desde el pasado mayo, el aeropuerto es uno de los más importantes objetivos de la artillería serbobosnia emplazada en Trebinje, una docena de kilómetros al este. La masiva concentración de tropas croatas que se registra al noreste de la ciudad en los últimos días, según los observadores de la ONU, pretende silenciar de una vez a los cañones serbios que ahuyentan a los visitantes y dejan desiertas las playas del Adriático.
Los escasos extranjeros que a comienzos de este mes se habían atrevido a veranear en Dubrovnik huyeron el pasado día 3, cuando tres bañistas murieron durante un bombardeo serbio. De los 40.000 visitantes y los 30 vuelos diarios de 1990, antes de la desintegración yugoslava, se ha pasado a una costa fantasmagórica y arruinada.
La sinuosa carretera que surca esta costa está sembrada de impactos de granadas de mortero. Hasta las cunetas llegan los restos calcinados del bosque mediterráneo de pinos y cedros. Los croatas insisten en que los ataques de la artillería serbia han causado una catástrofe ecológica en los alrededores de Dubrovnik. y niegan que se trate de incendios forestales fortuitos.
La desolación de los pueblos del litoral contrastaba con el aparente bullicio del recinto amurallado de la antigua Ragusa, la ciudad-república que disputó a Venecia la hegemonía en el Adriático. Los cartelones y banderolas del Festival de Verano invitaban ayer a asistir a la actuación del Trío de Guitarra de Dubrovnik en el atrio del palacio Sponza, protegido con sacos terreros.
Montenegro
En el puesto de control de Gruda, a cinco kilómetros de la frontera de Montenegro, que junto con Serbia integra la actual República Federal de Yugoslavia, un policía aseguraba que en la madrugada de ayer cayeron en la zona varios proyectiles. La proximidad del Ejército de Belgrado a las fuerzas armadas de Zagreb en este punto del conflicto puede complicar cualquier eventual operación de castigo contra los serbios de Bosnia.Mientras tanto, las autoridades croatas se siguen acercando estos días a Dubrovnik para sacar partido de la presencia de los medios de comunicación extranjeros y proclamar que, aunque nunca renunciarán a la integridad territorial de Croacia, defienden la vía de las negociaciones para alcanzar la paz.
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