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Yeltsin retrasa al día 24 su vuelta al Kremlin

Pilar Bonet

EL presidente de Rusia, Borís Yeltsin, anuló ayer la visita que debía iniciar el lunes a Noruega y otras actividades ya programadas, incluido un viaje,al puerto nórdico Murmansk. Continuará hospitalizado la semana que viene con la intención de rein corporarse a sus funciones el 24 de julio.En el hospital, el presidente firmó ayer el decreto para las elecciones parlamentarias, que quedan así convocadas para el 17 de diciembre.

La súbita prolongación del tratamiento médico del presidente fue anunciada ayer por su primer ayudante, Víctor Iliushin, cuando ya los portavoces del Kremlin daban por hecho el inminente retorno al trabajo del líder ruso, que oficialmente está aquejado de una dolencia cardiaca. En un programa televisivo matutino, el jefe de prensa de la Administración Presidencial, Serguéi Nosoviets, había afirmado que el viaje a Noruega planeado por Yeltsin era una prueba de su recuperación.Estas circunstancias propiciaron nuevas cábalas sobre el estado de salud de Yeltsin y la estabilidad del liderazgo político en el país, que ha entrado ya oficialmente en campaña electoral. El líder ruso firmó ayer un decreto que establece la fecha de las elecciones de la Duma Estatal (la cámara baja del parlamento) para el 17 de diciembre próximo.

Iliushin manifestó a un grupo de periodistas rusos que la isquemia cardiaca del presidente se había "agudizado" debido al estrés y las cargas psicológicas y nerviosas, pero precisó a la agencia Itar-Tass que la salud de Yeltsin no había empeorado desde el 11 de julio, fecha en que fue hospitalizado.

Por otra parte, la primera dama rusa, Naina Yeltsin, rompió su habitual discreción para arremeter por primera vez en público contra la Prensa, a la que acusó de difundir "incomprensibles rumores" sobre la salud de su esposo y de "sadisino verbal".

La forma en que son dosificadas y aderezadas las informaciones sobre las dolencias del presidente han traído a la memoria de los rusos el estilo de los tiempos soviéticos, cuando los portavoces del Kremlin trataban de convencer al público de que los ancianos y enfermos líderes comunistas estaban en plena forma.

Desde la clínica, Yeltsin está especialmente preocupado por las conversaciones ruso-chechenas de Grozni, según llushin. El presidente se inclina a pensar que una paz frágil es mejor que la guerra y recomienda hacer todo lo posible para que se interrumpan los tiroteos y se organicen elecciones en Chechenia.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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