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Israel mantiene sin ampliar la expropiación de tierras palestinás en Jerusalén Este

El Gobierno del primer ministro israelí, Isaac Rabin, decidió ayer no dar marcha atrás en su controvertido plan de expropiar 53 hectáreas de tierras palestinas en Jerusalén Este, pero dio a entender que, al menos de momento, no habrá más expropiaciones. En El Cairo, el secretario de la Liga Árabe, Esmat Abdel Meguid, declaró que está considerando la convocatoria de una cumbre internacional para tratar la cuestión, que se ha convertido en el tema más espinoso en el de por sí complejo e incierto proceso de paz entre Israel y los palestinos.Resumiendo lo tratado ayer en la reunión del Gabinete israelí, la ministra de Comunicaciones, Shulamit Aloni, del partido izquierdista Meretz, declaró: "Se ha dicho abiertamente que será la última confiscación en Jerusalén. Lo dijeron el primer ministro y el ministro de Vivienda".Aparentemente, el Gobierno de Rabin, bajo fuerte presión internacional para abandonar su política de expropiaciones de tierras árabes en las que proyecta construir viviendas para judíos, estaba ayer tratando de tranquilizar a la Organizacion para la Liberación de Palestina (OLP), y ofrecía establecer un mecanismo de consultas sobre la cuestión.

Si bien la OLP de Yasir Arafat ha dicho desde el principio que las confiscaciones no provocarán la interrupción de las negociaciones con Israel, el liderazgo palestino está más que nunca bajo la lupa de la calle palestina y de vanos paises árabes, incluyen do a Marruecos y Jordania, ambos con reivindicaciones tradicionales sobre Jerusalén.

Aloni y otros ministros izquierdistas han criticado severamente los planes de Rabin alegando que, su política de expropiaciones pone en peligro el proceso de paz, El organismo israelí defensor de derechos civiles B'Tselem denunció que las expropiaciones obedecen a un viejo plan de "estrangular" a la población palestina de Jerusalén para convertirla en minoría.

"Esta política es una flagrante violación de los derechos de propiedad y un sorprendente ejemplo de discriminación de nacionalidades", dijo un portavoz del organismo, según el cual Israel promueve fijar los niveles de población de 1972, cuando el 73,4% de los habitantes de Jerusalén eran judíos. Tres conocidos escritores israelíes -David Grossman, Meir Shalev y Shulamit Hareven- se manifestaron frente a la oficina del primer ministro contra las confiscaciones.

Por otra parte, la organización integrista Jihad Islámica rechazó el ultimátum que expiró ayer dado por la autoridad palestina para deponer las armas.

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