Los vecinos de Vicálvaro desentierran una fuente y un lavadero del Siglo XVI
Fue construida en 1577, durante el reinado de Felipe III. En 1973, el Ayuntamiento la enterró. Desde hace un año, un grupo de vecinos de Vicálvaro la ha desenterrado, limpiado y restaurado. La fuente, de San Pedro, que sirvió durante siglos de lavadero al vecindario y también de abrevadero para su ganado, ha vuelto a ver la luz. La asociación vecinal Vicus Albus, responsable de esta inicitiva, se ha propuesto recuperar las cuatro fuentes de Vicálvaro: San Pedro, San Juan, San Jorge y Los Cinco Caños. Han comenzado por la de San Pedro.
Valentín González, presidente de Vicus Albus, recuerda: "Las cuatro fuentes formaban parte de la historia de este pueblo[González hace referencia a que hasta 1951 Vicálvaro fue municipio independiente]. Desaparecieron víctimas del abandono y la desidia. Fueron enterradas, pero no olvidadas. Nuestra asociación, con la ayuda de los jóvenes del colegio público Minerva, ha emprendido su recuperación. Hemos empezado por la de San Pedro".
En la restauración de la fuente han intervenido, además, desinteresadamente: la Junta de Distrito, que ha aportado los materiales de construcción y las herramientas; el párroco, Jesús Vico, que ha cedido los ladrillos necesarios; los alumnos del colegio público, que han puesto la mano de obra, y dos albañiles jubilados, Polica y Camacho, que han supervisado los trabajos.
González recuerda la historia de esta fuente: "Aparece documentada por primera vez durante el reinado de Felipe II. Se alimentaba con el agua de uno de los viajes
[pozos y canalizaciones construidos por los árabes para abastecer Madrid] que todavía se conserva, aunque cegado".
Filtraciones contaminantes
Con la llegada del agua corriente a las casas de los vecinos de Vicálvaro (39.516 habitantes), la fuente sufrió sus peores momentos. "En los años cincuenta, el uso de la fuente decayó", dice Valentín González, presidente de Vicus Albus, "la llegada del agua del Canal de Isabel II a las casas hizo que sólo la utilizasen los pastores que tenían ganado por los alrededores. A principios de los setenta, el Ayuntamiento dejó de cuidarla. La vegetación
la cubrió. Las filtraciones de las alcantarillas la contaminaron. Poco después, los operarios minicipales la enterraron".
Los vecinos tienen previsto que de la, fuente mane nuevamente agua del pozo árabe. "Si está seco, estamos dispuestos a meterle agua del Canal. No tiene sentido recuperar una fuente y luego no poder utilizarla. El único inconveniente es que si la Ponemos en funcionamiento, muchos intentarán lavar los coches en ella", augura González. El presidente de Vicus Albus recuerda también que sobre. la fuente se cierne un nuevo peligro. "El Ayuntamiento quiere urbanizar la parcela donde se levanta.
[La fuente está en unos terrenos sin construir]. No creo que se atrevan a destruirla cuando empiecen las obras. Si así fuera, lo impediremos por todos los medios", añade.Rosario Criado, de 16 años, una de las estudiantes que participa en la restauración, reconoce que estos trabajos le han originado dos cosas: sus primeros callos en las manos y una fuerte afición por la arqueología. "Ya he hecho el primer descubrimiento arqueológico de mi vida. He encontrado un viejo orinal metálico bajo los escombros. Seguro que tiene muchísimos años". Y ríe.
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