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Cuatro mandos de la Armada declaran ante la juez por contrabando de tabaco

, El contralmirante José Antonio Zea Salgueiro y otros tres jefes más de la Armada española declararon ayer ante la titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Cádiz, Concepción Carranza, que cargaron en mayo de 1992 medio millón de cajetillas de tabaco rubio en sus buques para el consumo de la tripulación. De esta forma trataron de rechazar presuntas responsabilidades por contrabando, al ser ésta una cantidad muy superior de la permitida por la ley. Los militares prestaron declaración durante cuatro horas, mientras que hoy lo harán, los jefes de aprovisionamiento de los buques investigados.

Los barcos regresaban de unas maniobras de la OTAN en el Mediterráneo. Previamente, efectuaron escala técnica en Túnez, en donde sé produjo la carga del. tabaco. Se trataba de los buques de transporte Castilla y Aragón, así como los anfibios Velasco y Martín Álvarez.

Según el relato de los militares, el buen precio que tenía el tabaco en el país norteafricano facilitó una compra extraordinaria. La operación tenía por objetivo facilitar a los marineros tabaco más barato, pero nunca comerciar con él una vez que llegaran a tierra.

Esta es la tesis de la defensa de los imputados, que ejerce el abogado Salvador Ravina. El letrado declaró a este periódico: "Tenga usted en cuenta que se trata, en muchos casos, de jóvenes de escaso poder adquisitivo. Son gente joven y con poco dinero. Entonces, se vio la oportunidad de comprar a buen precio y así se hizo. Luego, en el recuento, se comprobó que había un exceso, por eso se comunicó a la Armada y ésta a la Aduana, que llegó a precintar la mercancía".

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