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ELECCIONES VASCAS

Tímidos intentos de reactivación

Si entre 1991 y 1993 la política industrial del País Vasco se centró en la reconversión, la última parte de la legislatura está intentando la reactivación económica. Gobierno y diputaciones forales, firmaron en abril del pasado, año un acuerdo de 40.000 millones para el relanzamiento del empleo con dos vertientes. Ayudas a la pequeña y mediana empresa y consolidación de los sistemas de cobertura social, tratando de lograr 20.000 nuevas incorporaciones con un presupuesto que podría llegar a los 16.000 millones de pesetas.Para contener el gasto el Gobierno introdujo la congelación salarial del funcionariado, por vez primera en 1994, después de un crecimiento de los salarios cercano al 8% en 1993. El objetivo es que el gasto del sector público pase del 21,4%1 del PIB de este año al 19,9% a finales de 1997. Y está en cartera la reducción de la administración.

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De la expansión al ajuste mas duro

Mientras tanto el proyecto de Banco Público Vasco todavía tendrá que esperar para formar parte del entramado institucional. Su objetivo es rentabilizar el dinero que manejan las administraciones públicas de la comunidad autónoma.

Un entramado institucional que, después del titubeo posterior a la escisión del Partido Nacionalista Vascó y el nacimiento de Eusko Alkartasuna, vuelve a estar al 75% en manos del primero. Y que, fruto del reparto de poder entre peneuvistas y socialistas, ha duplicado y hasta triplicado algunas competencias, presentes en los tres niveles, municipal, foral o provincial y autonómico.

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