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Tribuna:MUNDIAL 94
Tribuna
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Brolin

Cuando Tomas Brolin apareció en la delantera sueca justo en vísperas del Mundial de Italia, toda Suecia se encariñó rápidamente con él. La razón es que se asoció su tipo rechochito y su juego a los de Skoglund, el jugador favorito de la historia de aquel país, debutante con la selección en el Mundial del 50 (con 19 años) y finalista ante Pelé, Didí y compañía en el del 58.A Brolin (Hudrksvall, 29-XI-69) le había costado llegar ahí. No fue un genio precoz, y a los 20 años era casi un desconocido. Había circulado por la cuarta división (IF Nasviben) y por la segunda (Sundsvall y Allsveskan). Su desarrollo técnico fue tardío y se quedaba en un delantero impetuoso, de potencia de arrancada, pero que finalizaba mal y no llamaba la atención.

Pero alguien confió en él: Anders Gronhagen, seleccionador Sub-21, y le convocó. Eso le hizo sonar algo y provocó que le fichara el Norkoping. Nada extraordinario. Un fichaje barato, para cubrir alguna suplencia en la delantera. El Norkoping, precisamente, ha tenido siempre el sello de gozar de los mejores goleadores de cada época (Nordhal, Bild, KalIgren, Kindvall, Wendt ... ) Precisamente entonces dirigía su delantera, cómo no, el máximo goleador de la liga anterior, Hellstroem.

Pero justo ante de comenzar el campeonato se lesionó Hellstroem. Nada importante, pero hubo que tirar de Brolin y ponerle la camiseta que despertaba el recuerdo sagrado de tantos goleadores. Era un arranque de campeonato de gran compromiso: Norkoping-Goteborg. Resultado: 6-0 y tres goles de Brolin.

Todo el mundo empezó a hablar del "nuevo chico del Norkoping", que ya no soltó el puesto. Así que Olle Nordin le convocó para la selección ya en abril, para jugar contra Gales en vísperas del Mundial. Resultado: 4-2 y dos goles de Brolin. Luego contra Finlandia: 6-0 y otros dos goles de Brolín.

Así que fue a Italia-90. Suecia hizo un papelón (tres partidos, tres derrotas, contra Brasil, Escocia y Costa Rica) pero Brolin se salvó. Jugó bien y le hizo un gol inolvidable a Brasil. Así que fue el único respetado a la vuelta del equipo a casa y le llegó la típica oferta descomunal del calcio, concretamente del Parma. Y allá que se fue.

Allá forma sociedad en la delantera con Asprilla. El Parma ha ganado una Recopa y ha sido finalista de otra desde que Brolin está allí. Lejos quedaron sus principios en categorías inferiores. Su explosión técnica se debe, según los expertos, a la confianza que ha cobrado en sí mismo. Quizá la recibió de la mágica y misteriosa camiseta número nueve del Norkoping.

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