_
_
_
_

El PSOE acude a las elecciones andaluzas en la peor posición de salida de su historia

El PSOE de Andalucía se presenta por primera vez a unas elecciones autonómicas con el ánimo por los suelos. Los escándalos de corrupción, la crisis económica y la división del partido colocan a los socialistas andaluces en la peor posición de salida de toda su historia. Los sondeos otorgan al PartidoPopular (PP) y a Izquierda Unida-Los Verdes un considerable avance, mientras que los nacionalistas de Poder Andaluz aspiran a desempeñar el papel de bisagra. El próximo 12 de junio, el PSOE no sólo se juega su hegemonía en la región, sino uno de los pilares sobre los que se apoya el Gobierno de Felipe González.Los nacionalistas han conseguido recomponer a trompicones su plantel electoral. Después de la ruptura de hace un año -en la que el Partido Andalucista (PA) sufrió una escisión y se desdobló en el Partido Andaluz de Progreso (PAP), fundado por el alcalde de Jerez, Pedro Pacheco- ensaya una nueva fórmula con la plataforma denominada Poder Andaluz. El candidato es Arturo Moya, un empresario independiente que concurrirá por Granada, donde el bipartidismo PP-PSOE resulta bastante dificil de quebrar. Moya quiere jugar un papel similar al del presidente catalán, Jordi Pujol, en el Gobierno de la nación. Si Poder Andaluz alcanza los 10 diputados que tienen ahora se darán por satisfechos.

Los socialistas han tenido la mayoría absoluta en Andalucía durante tres legislaturas. Según las previsiones, la cuarta puede ser la vencida, aunque el mantenimiento de la mayoría simple no está en entredicho. A los comicios que se celebran el 12 de junio, simultánemente con los europeos, la oposición acude más fortalecida. El PP, con Javier Arenas a la cabeza, ha conseguido acortar la enorme distancia que siempre le ha alejado del PSOE; IU-Los Verdes, que presenta a Luis Carlos Rejón, cuenta también con buenas perspectivas de subida; y los nacionalistas, coaligados en esta ocasión en Poder Andaluz, con Arturo Moya como candidato, son aún una incógnita. Manuel Chaves, presidente de la Junta de Andalucía, repite por el PSOE.Estas cuatro formaciones, las únicas que tienen ahora representación parlamentaria y posibilidades ciertas de renovarla, se disputan los 109 escaños del Parlamento andaluz. La distribución actual de la asamblea autonómica es la siguiente: PSOE, 62 diputados; PP, 26 diputados; IU, 11 diputados; y Partido Andalucista (PA), 10 diputados. Por primera Vez se auguran cambios significativos en este reparto y es por eso que la precampaña electoral, latente desde hace casi un año, se haya disparado con una buena dosis de crispación, que está haciendo de los mítines y actos electorales un problerna de orden público.

Boicoteos

Desde que el pasado 6 de mayo trabajadores de Santana Motor, Gillette, Santa Bárbara y afectados por el fraude de la PSV reventaran una intervención de Felipe González en Sevilla, los boicoteos se han multiplicado. También el presidente nacional del PP, José María Aznar, ha sido blanco de abucheos y algaradas. Pero el momento más crítico se registró en Almería: cargos y militantes del PSOE la emprendieron la semana pasada a golpes con médicos interinos que gritaban en la presentación de la candidatura por esta provincia.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Los socialistas, además, se topan allá donde van con los jornaleros del Sindicato de Obreros del Campo (SOC), dirigido por Juan Manuel Sánchez Gordillo, a la sazón número dos por Sevilla en la lista de IU-Los Verdes. El Sindicato de Obreros del Campo ha resuelto sus protestas con la ocupación de varios edificios públicos y el ataque a la caravana electoral del PSOE de Sevilla. Incluso han colocado una gigantesca cinta negra alrededor de la sede de la presidencia de la Junta de Andalucía y el cartel: "Precintado por inservible"

Con este panorama y la malas condiciones de partida, los socialistas baten el cobre en una carrera contrarreloj por recuperar su tradicional respaldo en las urnas. Uno de los intentos más evidentes es el programa electoral, plagado de fluorescentes compromisos, como ofrecer vacaciones subvencionadas a las amas de casa, descuentos en los autobuses interurbanos a los jubilados o anos sabáticos para los profesores. Sobre los hombros de Manuel Chaves descansa también la responsabilidad de que a Felipe González se le escape su mayor bolsa de votos, que fue la que le dio la victoria frente al PP en las elecciones generales de 1993.

Euforia de Arenas

El desánimo del partido socialista contrasta con la euforia de los populares de Javier Arenas, única fomación que no ha pasado por una, catarsis antes de formalizar sus listas. Arenas ha dispuesto una ofensiva calculada al milímetro: cursillos de telegenia para los candidatos y amplio adiestramiento de campaña. La idea es mostrar un PP moderno y renovado que logre enterrar para siempre la etiqueta de derecha cavernícola que arrastra en Andalucía. No en vano el lema elegido es Centrados en Andalucía. Las encuestas le dan un avance de 10 a 15 diputados.

Por la izquierda, IU innova con una subcoalición: IU-Los Verdes, proyecto que anhela sumar los sufragios ecologistas. Luis Carlos Rejón, presidente de Izquierda Unida-Convocatoria por Andalucía, ha tenido que bregar con las disputas de Nueva Izquierda, que se ha quedado fuera de las listas, y en los últimos días se enfrenta al revulsivo electoral que puede ser el jornalero Sánchez Gordillo cortando el tráfico y enzarzándose con los adversarios políticos. Los sondeos le atribuyen una subida de ocho escaños.

El número de partidos que participan en estas elecciones es sensiblemente menor al de los comicios de 1990. Desaparecen de la escena Liberación Andaluza, Unidad Centrista Andaluza y la agrupación del empresario jerezano José María Ruiz Mateos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_