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La recesión no frenó la inflación en 1993, que superó en cuatro décimas el objetivo del Gobierno

Un año entero de crisis económica no ha servido para frenar la inflación. A pesar de la recesión y de la caída de la demanda del año pasado, el índice de precios al consumo (IPC) de 1993, dado a conocer ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), alcanzó el 4,9%, cuatro décimas por encima del último objetivo del Gobierno. Tan sólo en diciembre, los precios subieron un 0,5%, el mayor aumento registrado en los últimos cinco años en ese mes. "Es un mal dato", según los expertos, que auguran un rebrote inflacionista en 1994 si España, finalmente, logra salir de la recesión.

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El notable aumento de los precios en diciembre -medio punto, frente al 0,3 registrado en el mismo mes del año anterior- se debió claramente al mal comportamiento de los alimentos. El índice de alimentación creció un espectacular 1,5% el mes pasado, más que en los doce meses de 1992 juntos, cuando subió un 1,2%."El comportamiento de los alimentos sin elaborar ha sido sorprendente, y refleja con claridad las devaluaciones sufridas por la peseta", según Belén Mateos, jefa de coyuntura económica de Analistas Financieros Internacionales.

El único dato medianamente positivo de los conocidos ayer es el comportamiento de la inflación subyacente; es decir, excluyendo alimentos no elaborados y productos energéticos, que subió un 0,2% en diciembre. Esta cifra es igual a la registrada en diciembre de 1992 y deja la tasa anual en el 5%.

Reducción de la subyacente

"Lo único interesante de la inflación de 1993 es que la subyacente está a la par con el índice general", según el economista José Antonio Herce, de la fundación Fedea. En 1992, por ejemplo, la inflación subyacente (6,9%) acabó punto y medio por encima del índice general (5,4%).

"La rebaja respecto al índice del año anterior quizá no sea mucho para la recesión en la que estamos", reflexiona Mateos a propósito de la inflación subyacente, "pero muestra cierta flexibilidad en el sector servicios, algo que no veíamos muy claro a principios de año".

Esta idea explica por qué alguno de los sectores que mejor se han comportado en diciembre -vivienda (0,2%), transporte (-0,2%) y otros (0,2%)- han arrastrado hacia arriba el índice en el conjunto del año. En los últimos doce meses, el sector de la vivienda subió un 16,1%; transportes, un 6,5%, y los que el INE engloba bajo la denominación de "otros" (servicios de esparcimiento como bares y restaurantes, por ejemplo), un 5,9%.

"La cifra de diciembre es un aviso de todas las debilidades que tenemos detrás", según Luis Ángel Lerena, del Servicio de Estudios del Banco Bilbao Vizcaya. Los expertos consultados coinciden en señalar que lo verdaderamente preocupante del 4,9% de inflación de 1993 es que se haya dado en plena recesión, con una importante caída del consumo.

El Gobierno demostró que también confiaba en este efecto de freno de la crisis cuando rebajó hasta el 4,5% su objetivo inicial, cifrado en un 5% en los Presupuestos Generales para 1993. Al final no ha sido posible. El fracaso arroja también sombras para los próximos meses. "Sin dejar de ser grave, lo peor del dato de 1993 es que convierte en muy poco realista el objetivo del 3,5% para 1994, en caso de confirmarse la esperada recuperación económica", según Herce.

"Con un 5% de inflación a finales de 1993, los precios volverán a subir en cuanto repunte la demanda, puesto que no hay cambios estructurales para corregir las tendencias inflacionistas en España", añade Herce, quien coincide en esta opinión con el resto de expertos consultados. Navarra, con un IPC del 6%; Ceuta y Melilla, con el 5,8%, y Canarias, con el 5,4%, son las regiones cuyos precios más subieron en 1993.

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