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El choque con la realidad

"Pues claro que entré en la facultad pensando que quería ser Bertolucci", dice Iván Rubio, que estudia primero de Imagen y Sonido. "Pero ya me han parado los pies los, profesores con sus comentarios", añáde, "y ahora vuelvo a las clases sabiendo lo que me espera". Otro alumno de primero de Ingeniería Industrial, Eugenio M. G., asegura: "Lo he pasado muy mal durante el primer trimestre por -que he visto que aquí eres uno más, hay recelo entre los compañeros y además no sabes siquiera si vas a aprobar alguna asignatura".Iván es un joven abierto, de 18 años, como la mayoría de los alumnos que llenan a rebosar las aulas de primer curso de las universidades del país. Sabía lo que le esperaba en la Universidad, aunque dice que le ha sorprendido "que sea tan liberal y tan a lo bestia". Eugenio, en cambio, parece bastante tímido. Ha sido siempre "un chico de sobresaliente". Se vino a estudiar a Madrid desde su pueblo, en la provincia de Toledo. Había oído que en la Universidad cada uno va a lo suyo, pero, aún . así, llegó con la esperanza de relacionarse más con la gente y de "perderle el miedo a la competencia". Ahora que sabe en qué consiste, se muestra desilusionado.

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Quintín Racionero, profesor de Antropología en la facultad de Filosofia de la Universidad Complutense de Madrid, asegura que los alumnos llegan al primer curso muy desorientados, pero con un entusiasmo que no se repite más. Otro docente, de la facultad de Psicología de la Autónoma de Madrid, José Manuel Martínez, coincide con su colega, pero añade que los estudiantes, en el segundo trimestre, "se vuelven más activos.Sólo un juicio en Derecho

"Lo único que hemos hecho, de momento, es copiar y copiar apuntes", dice Raquel, que ha empezado a estudiar Derecho. "Nos han dicho que, como, mucho, veremos un juicio en toda la carrera y que, si no tenemos un familiar abogado, lo llevamos claro con tanta competencia". Raquel no quiere decir su apellido, sólo que es de Madrid, que ha elegido esta carrera por vocación con un 8,2 de nota media y que está muy desanimada: "Te quitan la vocación de un plumazo entre los ánimos que los profes te da al llegar y lo mal que están las clases".

La mayor parte de los estudiantes coinciden en señalar que "en los malos tiempos, cuando falta motivación y no te llenan las clases, la gente es más solidaria", dice Eugenio, el alumno de Industriales. "Aunque a mí lo que me preocupa es que se dice que la gen te de carreras como la mía llega al final sin tener novia", confiesa. "Y lo peor es que ya desde el principio ves que puede ser verdad, porque no tienes tiempo para nada que no sea estudiar".

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