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Rabin viaja a EE UU con propuestas para acelerar la paz con Siria y Jordania

El primer ministro israelí, Isaac Rabin, viajó ayer a Washington, donde presentará al presidente norteamericano, Bill Clinton, iniciativas para acelerar el proceso de paz con Siria, Jordania y Líbano. La reunión marcará el punto más importante de la gira que el líder israelí realizará por EE UU y Canadá durante los próximos 10 días.El rey de Hussein de Jordania descartó, por su parte, toda posibilidad de firmar un acuerdo de paz separado con Israel en tanto no produzca ningún progreso en las negociaciones sirio-israelíes. En una entrevista a Radio-Orient, con base en París, el monarca hachemí subrayó la necesidad de un acuerdo global para Oriente Próximo. Hussein dijo que no se entrevistará con Rabin y Clinton en la capital estadounidense, en contra de lo especulado los últimos días.

La monarquía jordana trataba ayer de contener el torrente de rumores acerca de ese encuentro y de un anuncio de que Israel y Jordania pactarán formalmente la paz en breve.

El viceministro israelí de Exteriores, Yossi Beilin, en una de claración a la radio estatal, indicó que la firma de la paz con Ammán todavía no está al alcance de la mano. Beilin se refería obviamente a la ausencia de progresos en las negociaciones con los sirios y los libaneses.

Entretanto, ayer comenzó a cernirse un nuevo temporal político sobre Arafat. El líder palestino recortó su visita oficial a Portugal para regresar intempestivamente a Túnez, la sede de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Oficialmente se dijo que le esperaba una reunión urgente para preparar la sesión del Consejo Revolucionario de Al Fatah, la facción dominante de la OLP, que debe debatir y aprobar formalmente el plan de paz con los israelíes.

Críticas a Arafat

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Pero el apuro de Arafat tenía aparentemente otras razones. En las últimas horas, varios exponentes de la OLP han comenzado a criticar severamente la política administrativa del ex jefe guerrillero, así como su negativa a abandonar su monopolio del poder en las filas palestinas. En ciertos círculos palestinos ya se ha comenzado a hablar de la amenaza de "un golpe de Estado" contra Arafat si éste sigue demostrando incapacidad en el manejo de los asuntos relacionados con la futura autonomía de Gaza y Jericó, según Reuter.

Arafat recibió el martes una clara advertencia del Banco Mundial, que debe financiar los proyectos de desarrollo en los territorios autónomos y aparentemente no encuentra ni capacidad ni seriedad en la frondosa tecnocracia palestina. El propio Rabin se enfrenta con problemas agudos a medida que se acerca el 13 de diciembre, fecha en que debe comenzar la retirada de las tropas israelíes de Gaza y Jericó. La policía israelí dispersó ayer una manifestación de colonos judíos armados con antorchas que se dirigía hacia la residencia del primer ministro.

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