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Seis falsos seminaristas mexicanos, detenidos con casi 18 kilos de cocaína

Seis falsos seminaristas mexicanos fueron detenidos el pasado domingo en el aeropuerto de Madrid-Barajas, cuando transportaban casi 18 kilos de cocaína ocultos en las suelas de unos zapatos, en botes de polvos de talco, frascos de colonia y petacas. Los presuntos traficantes, procedentes de Quito (Ecuador), fueron arrestados por agentes del Servicio Fiscal de la Guardia Civil cuando llegaron a Madrid en un vuelo de American Airlines que había partido de Miami (Florida).Llevaban en sus equipajes varios ejemplares de la Biblia y otros objetos de culto, posiblemente por creer que les iba a servir de salvoconducto para pasar la aduana sin problemas. Pero los agentes recordaron aquello de que el hábito no hace al monje y no creyeron que aquellos seis jóvenes fueran seminaristas, pese a que reiteradamente así lo alegaron.

Los arrestados fueron identificados como Felipe Mariscal Chaves, Eduardo Tocaven Escalante, Mario Ocampo Quesada, Sandro Luzardo Pavón Flores, Alejandro Velasco Monsalve y Manuel Jesús Hernández Flores, con edades comprendidas entre los 20 y los 24 años. Los seis fueron puestos ayer a disposición de la autoridad judicial, acusados de contrabando y tráfico de sustancias estupefacientes.

Los falsos seminaristas están considerados como unas simples mulas, es decir, como personas contratadas por una organización de traficantes para transportar la droga. Estas personas suelen llegar a España acompañadas de un controlador que viaja en el mismo avión y que es el encargado de recoger la mercancía en tierra para posteriormente proceder a su entrega al grupo que se encargará de su venta, según informaron fuentes policiales.

Los interrogatorios de las mulas no aportan nunca pistas útiles para desenmascarar a los integrantes de la organización.

El método empleado por los seminaristas para camuflar la droga no es nuevo, según informaron fuentes de la Guardia Civil, aunque en esta ocasión tiene la variante de que parte de la cocaína iba escondida en la suela de los zapatos.

El sistema más habitual utilizado por los traficantes suramericanos arrestados en el aeropuerto de Barajas consiste en llevar adosada al cuerpo una faja cargada con la droga. Fracasan quienes pretenden pasar la aduana vestidos con hábitos religiosos o con ostentosos uniformes militares de alta graduación. Son trucos que ya están muy vistos, dice la Guardia Civil.

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