Roca afirma que la reforma fiscal sobre el patrimonio beneficia a pequeños empresarios, no a grandes fortunas
El diputado de CiU, Miquel Roca, afirmó ayer en el pleno del Congreso que la exención del impuesto sobre el patrimonio beneficiará a "centenares de miles de pequeños y medianos empresarios individuales de todos los sectores", y no a las grandes fortunas como anteayer, denunció el PP. Roca puso como ejemplo un agricultor que verá cómo sus tierras y su vivienda, que constituyen "su único y verdadero instrumento de trabajo", quedarán exentos de ese impuesto.
Roca declaró que el PP había presentado el pasado mes de octubre una proposición no de ley en un sentido similar. En ella se pedía que "se declaren exentas a efecto de la tributación por el impuesto del patrimonio las explotaciones agrarias, cuyo valor catastral no supere los 50 millones de pesetas".
Fuentes de Hacienda insistieron ayer en que la exención del impuesto sobre el patrimonio "está pensada para las pequeñas y medianas empresas familiares y no para las grandes fortunas". Esta medida, incluida en un proyecto de ley que acompaña a los presupuestos, declara exentos del impuesto del patrimonio los bienes y derechos de las personas físicas necesarios para el ejercicio de su actividad empresarial y las participaciones superiores al 25% del capital en entidades en las que el empresario ejerza funciones de dirección y perciba por ello más del 50% de la totalidad de sus rendimientos.
Algo muy aproximado está contemplado en la alternativa fiscal del PP (marzo de 1993) que sirvió de base para el programa electoral que presentó a las últimas elecciones. El PP insiste en que el Gobierno ha querido dar respuesta al lobby del Instituto de la Empresa Familiar.
Ese instituto también respondió ayer con un comunicado en el que afirma que la crítica del PP se debe "a una falta de información", porque "tal y como está redactado el proyecto la exención afecta únicamente al patrimonio productivo, con unos condicionantes que favorecen a las pequeñas y medianas empresas".
Respuesta de Polanco
En relación con la polémica, el diario El Mundo, así como las cadenas de radio Onda Cero y Cope, indicaron ayer que la reforma fiscal constituía un favor dirigido a los integrantes del Instituto de Empresa Familiar, entre los que citaron a Jesús de Polanco, presidente de Prisa. "Nunca he pertenecido al Instituto de Empresa Familiar y la acusación de que las modificaciones en el impuesto sobre el patrimonio se han hecho para favorecerme, junto con otras personas de esa entidad, carecen de todo fundamento", afirmó ayer Jesús de Polanco. "Entre otras cosas", agregó, "desconozco el texto de esas modificaciones y, por lo que he leído en la prensa, no sé aún si afectan o no a mi situación fiscal".
Durante la sesión parlamentaria del pasado miércoles, el portavoz del PP, Rodrigo Rato, señaló que la reforma fiscal era "un favor del Gobierno" para ciudadanos "que salen beneficiados y que han tenido la suerte de haber colocado en el Ministerio de Economía a un antiguo colaborador". Los citados medios interpretaron, que Rato se refería a Alfredo Pastor, actual secretario de Estado de Economía y ex director general del Instituto de Empresa Familiar. Inmediatamente después de que Rato hiciera esta aseveración, el jefe de Prensa del PP, Miguel Ángel Rodríguez, indicaba a varios periodistas que la reforma fiscal era para favorecer, entre otros, a Jesús de Polanco.
"Lo más lamentable de todo no es la falta de rigor informativo; lo verdaderamente preocupante", comentó De Polanco, "es que el jefe de prensa del principal partido de la oposición se permita incurrir en ese tipo de imputaciones, desorientando así a los propios periodistas y sentando las bases en terreno abonado para que se injurie gratuitamente a ciudadanos particulares".
El presidente de Prisa dijo estar "acostumbrado a la campaña denigratoria que desde hace años se lleva a cabo" contra él y contra Prisa "por medios de la competencia", pero que normalmente ha optado por no responder. "No puedo andar desmintiendo a diario la cantidad de tonterías y mentiras que se dicen sobre mí, mis colaboradores y las empresas que dirijo", explicó. "Pero cuando ya no sólo se trata de opiniones adversas y calificativos malintencionados, sino de imputaciones en el sentido de que a lo que se dedica el Gobierno es a proponer leyes en mi favor, creo que es preciso salir al paso y demandar más rigor y mejor hacer profesional a quienes se presentan a sí mismos como baluartes de la libertad de expresión y de la independencia periodística".
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