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El Gobierno aprueba un plan de choque para contener un déficit desbocado

Sangre, sudor y lágrimas. Estas palabras resumen el duro sacrificio que propone el Gobierno en el presupuesto de 1994 para hacer frente a la crisis. El objetivo central del Ejecutivo es frenar el descontrolado déficit público, que este año -sólo el del Estado- Regará al 6%, frente al 2,3% previsto. Las medidas de contención del gasto supondrán sacrificios para un millón de desempleados -recorte de prestaciones-, para los funcionarios -congelación de sueldos- y para el conjunto de los trabajadores -se recomienda un aumento del 2%-, Este plan de choque no evitará que el número de parados aumente en otras 150.000 personas el próximo año.

El ministro de Economía y Hacienda presentó ayer las líneas maestras de los presupuestos para 1994, a los que calificó de austeros". Solbes señaló que estamos en una situación de crisis y toda la sociedad debe hacer un esfuerzo".A preguntas de sobre quién recaía el coste de la crisis, el ministro afirmó: "El 99% de los habitantes de este país somos trabajadores, parados o pensionistas. Sólo el 1% son empresarios., Pero, desgraciadamente, éstos son los que crean empleo y, por tanto, tenemos que darles ventajas". Acto seguido apostilló: "Aunque después harán lo que quieran en función de sus expectativas de beneficios".

Los presupuestos de 1994 prevén un crecimiento de la economía del 1,3% (este año será de menos 0,8%); fijan el déficit público del Estado en el 5,2% (6% en 1993); objetivo de inflación del 3,5%; aumento del gasto social del 6%, y de la inversión en infraestructuras, de más del 10%.

Los sacrificios afectarán especialmente a los parados. De los casi dos millones que tienen cobertura, un millón sufrirá recortes de las prestaciones. Las medidas que ayer fueron remitidas al Consejo Económico y Social suponen la sujeción de las prestaciones. contributivas al pago de la cuota obrera de la Seguridad Social (en tomo al 6%), la tributación por el impuesto sobre la renta, la incompatibilidad en el tiempo entre subsidio de paro e indemnización y la denegación del derecho a prestación para los que se nieguen a la movilidad funcional.

Para reactivar la economía se ha aprobado un paquete de medidas fiscales -acordadas con los nacionalistas catalanes y vascos-, entre las que destacan las llamadas vacaciones fiscales, que suponen la bonificación del 95% del impuesto de sociedades para las pequeñas empresas creadas en 1994 y que empleen entre 3 y 20 trabajadores e_inviertan 15 millones el próximo año.

Páginas 37 y 38 Editorial en la página 10

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