Hacienda presenta hoy una nueva fórmula de reparto del IRPF para desbloquear el acuerdo

La participación de las comunidades autónomas en la recaudación del impuesto sobre la renta es, sobre todo, cuestión de números. Éstos convencieron al reticente Juan Carlos Rodríguez Ibarra, presidente de Extemadura. Con ellos en la mano, Cataluña no lo duda, mientras que algunas comunidades gobernadas por el PP parecen no haber caído en la cuenta. Lo que ha pasado en lo! últimos años demuestra, al menos en teoría, que no son sólo las llamadas regiones ricas las que más tendrían que ganar con su participación en el IRPE Estos datos se analizarán hoy en la reunión del grupo de trabajo para la corresponsabilidad fiscal, donde Hacienda presentará una nueva propuesta de reparto.

Hacienda ha remitido a los consejeros autonómicos la información básica -base imponible del IRPF, valor añadido bruto, cuota líquida, número de contribuyentes y tipo efectivo entre los años 1988 a 1991que se utilizará en la fórmula para el reparto del 15% del impuesto sobre la renta y para establecer su evolución en los próximos tres años.Se trata de ver qué pasa si la fórmula de participación en el IRPF que ha propuesto Hacienda en el documento entregado días atrás a los consejeros autonómicos se aplica a los resultados de esos años. Y el estudio demuestra que no es del todo cierta la teoría de que son las denominadas regiones ricas las únicas llamadas a beneficiarse del nuevo sistema.

El problema no es el punto de partida, ya que cada autonomía recibirá en el primer año de aplicación del nuevo sistema la misma cantidad que percibe ahora, lo que es producto del acuerdo suscrito por todas ellas en 1992. La cuestión está en cómo evolucionará el sistema y si las autonomías pueden quedarse con más dinero si consiguen recaudar más en su territorio y, por tanto, si de esta forma pueden aumentar sus diferencias de riqueza de una forma insolidaria.

El acuerdo suscrito en 1992, con vigencia hasta 1996, ha reducido algo estas desigualdades al estrechar el abanico de lo que cada una recibe del Estado por habitante. Según datos del Ministerio de Economía, la desviación entre el anterior sistema y el nuevo se ha reducido en 5,7 puntos para las 10 comunidades sin competencias en Educación, y en 2,6 puntos entre las cinco que sí las tienen.

Ahora se trata de incorporar un elemento nuevo que tenga en cuenta la recaudación en el territorio y su evolución en los próximos tres años, a partir de los cuales será necesario revisar todo el sistema de financiación porque termina la vigencia del actual. La fórmula diseñada por Hacienda sólo permite variaciones de un punto al alza como máximo entre la financiación que recibirían las autonomías con el nuevo sistema respecto al vigente, aunque en la reunión de hoy se presentará alguna modificación, en un intento de desbloquear el acuerdo.

Algo que ganar

Aún con esta cautela, de los datos remitidos por el Ministerio de Hacienda a las autonomías se desprende que las de mayor retraso económico también tienen algo que ganar con el nuevo sistema. El argumento es que su recaudación por el IRPF ha evolucionado de una forma más rápida entre 1988 y 1991 (declaraciones presentadas en 1992), último ejercicio del que se disponen datos.

Así, por ejemplo, Castilla-La Mancha es la que más ha aumentado (68,63%) en ese periodo su base imponible y también es en la que más ha crecido la cuota líquida (93,06%). Extremadura es asimismo un ejemplo en ese sentido (65,96% de aumento en base imponible y 88,94% en cuota líquida). Extremadura está considerada la autonomía con mayor índice de pobreza relativa (0,3511), seguida de Andalucía, Galicia y Castilla-La Mancha.

Baleares es la de menor pobreza relativa (- 0,3598), seguida de Cataluña, Madrid y La Rioja. Baleares ha aumentado por debajo de la media su base imponible (46,81%) y también por debajo de la media en su cuota líquida (54,11). Tanto Cataluña como Madrid han crecido por encima de la media, tanto en base imponible como en cuota líquida, lo que se explica por la alta tasa de salarización; es decir, por el mayor porcentaje de trabajadores por cuenta ajena con rentas sujetas a retención.