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Duros enfrentamientos verbales en las calles donostiarras por la violencia que genera ETA

Aurora Intxausti

El clima de violencia que genera ETA, reflejado con especial virulencia durante la Semana Grande de San Sebastián, originó ayer por primera vez duros enfrentamientos verbales entre ciudadanos en las calles de San Sebastián. Tras el fracaso del llamamiento de la Koordinadora Abertzale Sozialista (KAS) para reventar la procesión de la Salve, grupos que portaban el lazo azul, que simboliza la exigencia de liberación del ingeniero Iglesias Zamora -secuestrado hace 42 días-, increparon vivamente a los alborotadores pro etarras que poco antes habían lanzado piedras, monedas y trozos de hierro contra las autoridades que presidían el desfile entre el Ayuntamiento y la basílica de Santa María.

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Posteriormente, como consecuencia de los enfrentamientos callejeros entre grupos de jóvenes radicales y la Ertzaintza, 24 personas fueron detenidas y 26 resultaron heridas, cuatro de las cuales seguían anoche hospitalizadas.Los incidentes más violentos que se vivieron anoche en San Sebastián, en el último día de la Semana Grande, fueron iniciados por jóvenes independentistas de Jarra¡, que lanzaron trozos de hierro, proyectiles y cohetes con rodamientos contra el desfile de la Salve y contra miembros de la policía autonómica vasca. Estos altercados no impidieron que personas que portaban un lazo azul se enfrentasen verbalmente a los que apoyan a la organización terrorista.

En los enfrentamientos verbales, subidos de tono pero sin llegar a las manos, siempre se aludía al secuestrado Iglesias Zamora. En distintos puntos del bulevard donostiarra se entablaron agrias discusiones entre ambos sectores, situación que hasta ahora nunca se había producido en las calles del País Vasco y que refleja la pérdida de miedo de los ciudadanos a expresar sus opiniones. Quienes portaban un lazo azul eran acusados de "vendidos, españoles y antivascos", y en las respuestas -en muchas ocasiones en euskera- se decían frases como: "Yo voy contigo a Madrid a pedir la independencia, pero tú vete a pedirle a ETA que libere a Julio".

El Gobierno vasco responsabilizó a KAS y HB de los incidentes. El lehendakari, José Antonio Ardanza, tachó a Herri Batasuna de "monaguillosde KAS, estructura que les da las órdenes". "Están nerviosos", añadió, "porque se creían dueños y señores de la calle y se están dando cuenta de que la sociedad se está hartando".

Sobre las siete de la tarde, grupos de jóvenes radicales que se encontraban detrás un cordón policial, tras gritar a favor de ETA y llamar txakurras (perros) a los ertzainas, lanzaron diversos objetos contra la policía autonómica. Entre los objetos incautados por la Ertzaintza había trozos de hierro macizo de diez centímetros de largo por cuatro de ancho, balas de 9 milímetros Parabellum -munición utilizada por ETA-, cohetes con rodamientos y pedruscos de gran tamaño. Una vez que acabaron con el material que traían, arrancaron las maderas de un tablado que se encontraba en la zona para las fiestas y bloquearon la carretera. Un vehículo de un particular y el automóvil de la Televisión Vasca fue volcado. Los manifestantes quemaron un contenedor de basuras y rompieron las lunas de varios escaparates comerciales que fueron parcialmente saqueados. Estos actos violentos se produjeron tras el fracaso de la convocatoria de KAS y HB para reventar la procesión y violentar aún más las fiestas. Medio millar de jóvenes irrumpió el desfile con vivas ETA y lanzamiento de objeto Los alborotadores fueron disueltos por la Ertzaintza.

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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