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Nuevos testimonios complican la situación judicial del ex primer ministro Andreotti

PERU EGURBIDE Franco Evangelista, ex colaborador de Giulio Andreotti, afirma que éste se encontró repetida y casi clandestinamente en 1978 con el general Carlo Alberto dalla Chiesa, posteriormente asesinado por la, Mafia. Andreotti lo niega. Otro testigo sostiene que hace pocas semanas recibió presiones de Andreotti para que declarara en falso ante la justicia. Estos datos y la comprobación de numerosos extremos de un testimonio del arrepentido Tominaso Buscetta justifican la petición de autorización de procesamiento contra el ex primer ministro como inductor del homicidio del periodista Mino Pecorelli, realizado presuntamente por la Mafia.

La investigación representa un golpe para Andreotti incluso más duro que el sumario que le fue abierto en Palermo por presuntas vinculaciones mafiosas. Entre otras cosas, porque Vittorio Mele, el jefe de la Magistratura romana, que lleva el caso de Pecorelli, es considerado generalmente como un hombre de influencia andreottiana.Las diligencias sobre el asesinato de Pecorelli, el 10 de marzo de 1979, se reactivaron recientemente después de que Buscetta dijera, según el suplicatorio remitido al Senado, que "Badalamenti [Gaetano, jefe mafioso de Palermo, hoy en prisión], le contó que los Salvo [Nino e Ignazio, mariosos y andreottianos de Palermo, ambos fallecidos, a los que Andreotti afirma no haber conocido nunca] le habían pedido que cometiera el homicidio [del periodista] y que de la conversación se entendía que el senador Andreotti había pedido a los Salvo que tomaran dicha iniciativa".

Los magistrados han reconstruido el contexto de esa compleja historia. A mediados de los años setenta, se registra un intenso movimiento de fondos entre empresas -como la petrolera Sir y la constructora Caltagirone- e Italcasse, una financiera controlada por la corriente democristiana andreottiana.

En el conjunto de ese movimiento de fondos, los magistrados han detectado también un pago de Italcasse a Domenico Balducci, jefe de la banda de la Magliana, una organización criminal romana que ha trabajado con frecuencia para la Mafia, la Camorra y los servicios secretos. El sumario abierto en Roma menciona la hipótesis que dicho tráfico de dinero centrado en Andreotti representa tanto comisiones ilegales para su corriente política como inversiones clandestinas de la delincuencia.

En 1978, tras el asesinato de Aldo Moro, los carabineros al mando del general Carlo Alberto Dalla Chiesa encuentran el diario escrito por el ex primer ministro en el zulo de Milán, donde lo tuvieron secuestrado las Brigadas Rojas. Corre inmediatamente el rumor de que los diarios habían sido mutilados, y tal rumor resulta exacto cuando, en 1990, inesperadamente, los carabineros encuentran en el mismo zulo milanés partes inéditas del diario de Aldo Moro: las que se refieren a Italcasse y a Gladio, la organización clandestina vinculada a la OTAN.

Uno de los primeros que denunció en 1978 la mutilación de los diarios de Moro fue Mino Pecorelli, oscuro periodista ligado a la logia masónica P-2 y a su jefe, Licio Gelli. Pecorelli editaba el confidencial Osservatore Politico, conocido como OP, denunciado repetidas veces por chantajista.

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Los cheques del presidente

Pecorelli llegó a preparar una portada con el título Los cheques del presidente y la foto de Andreotti, en la que, a partir de las páginas inéditas de los diarios de Moro, se narraba la historia de Italcasse. Pero no la publicó. En enero de 1979, según los jueces, el periodista cobró unos 3 millones de pesetas del entonces diputado Franco Evangelista, tras almorzar en Roma con destacados exponentes de la corriente andreottiana. Pocos meses después, Pecorelli era asesinado por la Mafia.

Andreotti, por su parte, declaró el pasado 24 de mayo voluntariamente a los jueces romanos que ni tuvo conocimiento de los diarios censurados ni se entrevistó en 1978 con Dalla Chiesa.

Por otra parte, el jefe mafioso Raffaele Ganci, considerado como el lugarteniente del capo Totó Riina fue detenido ayer en Palermo en el transcurso de una operación policial. Junto a Ganci fueron capturados su hijo, Calogero; su cuñado, Francesco Paolo Anselmo; y una cuarta persona, Aurelio Ruzzuto.

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