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BALONCESTO

El Joventut atisba la proeza de llegar a la final de la Liga Europea

El Joventut ha cumplido el primer objetivo: llegar a la última jornada con posibilidades de clasificarse para los cuartos de final. Ahora debe aguardar unas horas para saber cuál es el precio del premio final. La diferencia por la que habrá de ganar al Knorr Bolonia el próximo jueves saldrá de los resultados que se produzcan hoy en el resto de la jornada.No podía ser una victoria cómoda porque hubiera roto la norma de esta temporada. Los verdinegros ofrecieron una primera parte muy correcta, en la que dieron plena sensación de estar centrados en el partido y con una gran concentración. Fruto de ello fue el 51-39 del descanso. Su baloncesto era fluido y aunque estaba falto de alegrías, tenía dosis de acierto y tranquilidad.

Lolo Sainz se mostraba temeroso en el descanso ante la irregularidad que sus jugadores ofrecen en cada partido y comentaba que cuando hay buenas primeras partes fallan las segundas, y viceversa. Acertó. El Joventut tardó seis minutos en lograr su primera canasta en la reanudación y recuperó el sudor frío que avecina la catástrofe.

Fallos

Por primera vez el PAOK se adelantó a falta de 10 minutos, y aunque desperdició muchas ocasiones se mantuvo cuatro minutos con una ventaja de dos puntos. Fueron los instantes más dramáticos. Una ventaja algo mayor hubiera roto la frágil estabilidad emocional del Joventut. Todo el cuento de la lechera se venía abajo. No harían falta más cuentas, las matemáticas no daban para más. Fue en ese instante cuando un triple del intermitente Pressley despertó el espíritu verdinegro. Con ocho puntos consecutivos, el Joventut abrió hueco en el marcador y volvió a precipitar las acciones de su rival. Levingston fue el que puso más empeño en lograr la victoria. Barlow y Fassoulas parecían pasar más.

Al final, el Joventut recobró el pulso y se negó una semana más a morir antes de tiempo. El partido tuvo incluso un final brillante con un balón bombeado de Thompson sobre Pressley que éste machacó de espaldas.

En los partidos europeos del Joventut no falta nada: emoción, drama, buen juego y errores. Hasta ahora, el objetivo solicitado a sus jugadores por Lolo Sainz -el casi seguro próximo seleccionador nacional, que se conocerá tras la Copa- en el sentido de acabar dignamente la competición, se ha cubierto. Pero el reto más difícil queda para la próxima semana.

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