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Elogios generalizados a Pedrol y primeros movimientos de los aspirantes a sucederle

Los elogios a la figura de Antonio Pedrol Rius y a la importancia de su largo mandato al frente de la abogacía española, marcaron ayer la jornada de permanencia de su cadáver en la capilla ardiente instalada en el salón de los pasos perdidos del Tribunal Supremo, junto a los primeros movimientos para sucederle. El ministro de Justicia, Tomás de la Quadra-Salcedo, dijo ayer que no era "el momento" para contraponer su idea de la abogacía con la que defendía Pedrol y, aunque aseguró que "no será fácil de sustituir", dijo también que entre los abogados "hay personas capaces de continuar su labor".

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La capilla ardiente se instaló poco antes de las 11 de la mañana. La misa fue oficiada por el sacerdote José María Javierre, amigo personal de Pedrol. Al frente de las personalidades asistentes al acto se situó el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Pascual Sala, acompañado del presidente de la Sala Segunda de lo Penal, Enrique Ruiz Vadillo, miembros de la junta de gobierno y decanos de los colegios de abogados. Hoy se celebrará un funeral en la iglesia de santa Bárbara, cercana al palacio de Justicia, y seguidamente los restos serán trasladados a Reus, la ciudad natal de Pedrol, en donde se instalará otra capilla ardiente hasta mañana, en que será inhumado el cadáver.Durante toda la jornada, numerosos juristas y políticos visitaron la capilla ardiente y todos ellos, a pesar de las distintas ideologías y tendencias, se manifestaron elogiosamente hacia el difunto decano. Desde Federico Trillo, portavoz de Justicia del PP en el Congreso de los Diputados, que le calificó de "español excepcional" y "defensor de las libertades", hasta el coordinador de Izquierda Unida, Julio Anguita, que aseguró que "el partido comunista no puede olvidar la actuación que tuvo cuando la matanza de Atocha", todos dedicaron elogios a Pedrol.

Junto a los elogios, desde sectores progresistas se mostraba una especial preocupación por la sucesión de Pedrol. El ministro de Justicia, Tomás de la Quadra-Salcedo, cuya llegada a la capilla ardiente se produjo a primera hora de la tarde, manifestó que el fallecido presidente del Consejo General de la Abogacía y del Colegio de Abogados de Madrid "no será fácil de sustituir", aunque aseguró que hay abogados capaces de continuar su labor.

Preguntado sobre la diferente concepción de la abogacía mantenida por el ministro y Pedrol (véase EL PAÍS de ayer), De la Quadra-Salcedo se negó a insistir en sus comentarios del día anterior y aseguró: "No es el momento de hablar de eso".

Mohedano: "Un puesto goloso"

Para el diputado socialista José María Mohedano la sucesión de Pedrol "va a causar problemas", porque es "un puesto muy goloso". Recordó que sobre el perfil del sucesor en el seno de la abogacía existen diferencias, incluso entre los grandes despachos. El letrado Gerardo Viada afirmó que el sustituto de Pedrol no debe ser uno de los abogados que defienden a narcotraficantes, por el riesgo para su independencia. En los pasillos del palacio de Justicia se oían ayer "los cuchillos" entre los aspirantes a sucesores, según algunos colegiados.

El secretario de la Casa Real, Sabino Fernández Campo, declaró que acudía como "amigo y gran admirador" de Pedrol. También visitaron la capilla ardiente, además de numerosos abogados, el presidente del Senado, Juan José Laborda; del Consejo de Estado, Fernando Ledesma; magistrado del Tribunal Constitucional, Rafael Mendizábal; alcalde de Madrid, José María Alvarez del Manzano; ex defensor del pueblo, Joaquín Ruiz-Giménez, y ex ministro de Justicia centrista Landelino Lavilla.

(Más información en página 35)

Una 'herencia' tan deseada como disputada

Con Antonio Pedrol de cuerpo presente, en el palacio de Justicia se hablaba ayer de candidatos a sucederle aunque, como señalaba un magistrado, son más los que aspiran a heredar su carisma que quienes están dispuestos a sucederle en sus esfuerzos. Frente a quienes, como el catedrático Manuel Cobo del Rosal, ponían ayer por testigo a la junta de gobierno de las ofertas de Pedrol, ninguno de los miembros de ésta confirmó que el fallecido decano hubiera designado sucesor.Uno de los colaboradores más próximos a Pedrol, Luis Martí Mingarro, mostró ayer su desagrado ante las especulaciones de quienes se postulan a sí mismos como aspirantes a la herencia colegial y profesional del extinto decano. Martí Mingarro manifestó, emocionado: "Con el cadáver de don Antonio todavía entre nosotros, me niego a hablar de su sucesión y no quiero ni siquiera que se vea la cara que pongo ante algunas pretensiones".

Sin embargo, el próximo miércoles, la junta de gobierno tendrá que decidir sobre si el proceso electoral se limita a sustituir la vacante de Pedrol o dimite toda la junta. Los sectores más conservadores y continuistas son favorables a elegir sólo nuevo decano, para que sea más suave el impacto de la nueva etapa, marcada por la ausencia de Pedrol, y para que la junta que trabajó con Pedrol pueda neutralizar alguna veleidad renovadora. En cambio, los sectores progresistas y críticos estiman que la ausencia definitiva de una personalidad como Pedrol, que marcó con su impronta a todos sus colaboradores, exige una renovación total de la junta.

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