Los secuestradores del príncipe Pedro de Brasil exigen un rescate a sus padres
La familia real brasileña deberá pagar una cantidad de dinero no revelada por el rescate del príncipe Pedro Thiago de Orleans y Bragança, secuestrado el lunes en la ciudad de Petrópolis, a 60 kilómetros de Río de Janeiro.Pedro Thiago, de 13 años, nieto del pretendiente a la corona de Brasil, Pedro Gastao de Orleans y Bragança, fue secuestrado por cuatro hombres, que se acercaron en dos automóviles, a pocos metros del palacio donde habita la familia real brasileña, cuando iba al colegio.
"¡Se llevan a mi hijo; no creo lo que estoy viendo!", exclamó Patricia Prascombe de Orleans y Bragança, la madrastra del príncipe, mientras corría detrás de los secuestradores en una inútil persecución.
La policía ha detenido ya a dos sospechosos, y el comisario encargado de las investigaciones ha declarado que sabe el nombre del jefe de la banda. La familia real, atendiendo la exigencia de los secuestradores se niega a atender a la prensa y a colaborar con la policía, para salvaguardar la vida del príncipe.