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Golpe constitucional de los comunistas en la república centroasiática de Tayikistán

Los comunistas de Tayikistán dieron ayer un golpe de Estado constitucional al destituir al presidente del Sóviet Supremo en funciones, derogar el decreto que congelaba las actividades del Partido Comunista Tayiko (PCT) y nacionalizaba sus bienes, y declarar el estado de excepción en todo el territorio de esta república centroasiática. En Georgia, mientras, la situación seguía tensa ayer a pesar de las conversaciones mantenidas la noche anterior entre representantes de la oposición y el presidente.

Los diputados tayikos, en su mayoría comunistas, destituyeron al jefe del Parlamento y presidente en funciones, Kadriddín Aslónov, por haber promulgado el domingo un decreto, calificado de "anticonstitucional" por los parlamentarios, que prohibía el PCT en el territorio de la república y nacionalizaba sus bienes. Al mismo tiempo, los parlamentarios condenaron los "actos de vandalismo" perpetrados contra el monumento de Vladímir Lenin en la plaza central de Dushanbé, la capital tayika, y contra otras estatuas del fundador del Estado soviético en varias ciudades de la república.

El monumento a Lenin que se alzaba en la plaza central de Dushanbé fue desmontado por orden del alcalde de la capital, Maxul Ikrámov, que "cedió a las presiones del movimiento Rastojez, el Partido Democrático tayiko y el Partido del Resurgimiento Islámico, que no se halla registrado oficialmente", según los diputados. El fiscal general de la república, Nuruló Jubaiduláyev, dijo que si los diputados daban su consentimiento abriría "una causa criminal relacionada con los hechos de la promulgación del decreto anticonstitucional y el desmontaje ilegal del monumento".

Los diputados eligieron ayer como jefe del Parlamento y presidente de la república en funciones, hasta el 27 de octubre, día en que se deben celebrar elecciones presidenciales, a Rajmán Nabíyev. Este conocido personaje de la política tayika tiene 61 años, y en la época del inmovilismo de Leonid Bréznev dirigió el PCT y, en tal calidad, la república, pero con la llegada de la perestroika, en 1985, tuvo que retirarse. Hoy la nomenklatura comunista ha decidido resucitar a este cadáver político, que tiene merecida fama de duro.

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Los comunistas tayikos, sin embargo, no pueden cantar victoria todavía, porque no hay que excluir que corran la suerte que en Moscú sufrió el Comité Estatal de Emergencia, en agosto pasado. Un periodista independiente informó desde Dusharibé que Ikrámov y Aslónov se han hecho fuertes en el Ayuntamiento de la capital. Barricadas de autobuses protegen el edificio, frente al cual se ha reunido una multitud de miembros de la oposición al PCT. "El partido comunista ha traicionado al pueblo tayiko", "A defender la democracia", son algunas de las consignas que gritan los miles de manifestantes que llenan la plaza frente al Parlamento, ignorando el estado de excepción.

Voluntarios contra voluntarios

En la república transcaucásica de Georgia, mientras tanto, se vive a la espera de lo peor: frente a la Casa de Gobierno, se inscriben voluntarios en los destacamentos de la Guardia Nacional que han permanecido fieles al presidente Garasajurdia, y frente a la sede de la televisión, los voluntarios de la oposición se alistan en la Guardia Nacional en rebeldía que comanda Tenguiz Kitovani. En ambas sedes se reparten armas a los flamantes guardias, según la agencia Interfax, y por la ciudad corren rumores, por una parte, de que Kitovani intentará atacar al Gobierno y, por otra, de que los partidarios de Garnsajurdia se lanzarán al asalto del edificio de la televisión.

Gamsajurdía se entrevistó el domingo por la noche con el representante de la oposición, Tedo Paatashvili, en la residencia del patriarca de Georgia, Illá II, en las afueras de Tbilisi. Según un miembro de la oposición, Garnsajurdia accedió a convocar una reunión extraordinaria del Parlamento, que debe comenzar hoy, con el fin de discutir la celebración de elecciones parlamentarias anticipadas; a redactar una nueva ley electoral, y a permitir que el debate sea transmitido por la televisión.

El ex. ministro de Georgia Tenguiz Sigua, alrededor de cuya figura se ha agrupado la oposición, declaró ayer que no creía en el resultado de las negociaciones y que el ofrecimiento de Garrisajurdia era sólo un treta para ganar tiempo.

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