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Serra pide al grupo socialista que trabaje y tome la iniciativa porque hay tiempo hasta octubre de 1993

Anabel Díez

El vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, pidió ayer al Grupo Parlamentario Socialista que tome "la iniciativa política" y presente propuestas para la sociedad, algo que hizo extensivo al Gobierno al asegurar que el Ejecutivo también estaba en esa actitud. Serra hizo esta petición cuando se ha cumplido la mitad de la legislatura, al ser los socialistas conscientes de que por diversas razones no se ha apreciado el impulso del Gobierno. El vicepresidente dijo en su grupo que si no "recordaba mal" las elecciones serían en octubre de 1993.

Serra les aseguró que aún tenían tiempo de recuperar la iniciativa y auguró que el Partido Popular no podrá mantener durante mucho tiempo su estrategia de oposición frontal al Gobierno.En esta segunda reunión del vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, con el grupo parlamentario que duró más de cuatro horas, los principales asuntos suscitados fueron la política autonómica, los servicios públicos, la construcción europea y el análisis de la situación internacional sin olvidar la reciente derrota de la socialdemocracia sueca. Según los portavoces informantes del contenido de esta reunión, el vicepresidente insistió en la necesidad de que los socialistas tomaran la iniciativa política y animó al grupo parlamentario a que elaborara propuestas sobre todo de "tipo social".

Algunos asistentes a la reunión vieron en la intervención de Serra una respuesta a algunas críticas soterradas formuladas desde la ejecutiva del PSOE y desde el propio grupo parlamentarlo en relación a la escasa iniciativa política que se apreciaba por parte del Gobierno, siendo esto poco justificable al haber pasado ya varios meses desde su composición. Lo cierto es que Serra se extendió en ese aspecto animándoles a ejercer su papel de primera fuerza política toda vez que tenían tiempo suficiente para culminar la legislatura con un balance favorable. "Si no recuerdo mal quedan dos años hasta octubre de 1993", aseguran que dijo Serra.

El vicepresidente se refirió igualmente a otro de los fantasmas que le persiguieron en los primeros meses de su nombramiento, cual fue si coordinaba o no con efectividad la labor del Gobierno, del partido y del grupo parlamentario.

Serra señaló que la coordinación entre las instancias socialistas estaba garantizada a través de las reuniones semanales que él mismo y el ministro de Relaciones con las Cortes, Virgilio Zapatero, celebraban con el secretario de organización del PSOE, Txiki Benegas, y el presidente del grupo, Eduardo Martín Toval.

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El número dos del Gobierno no se mostró especialmente preocupado por el posible desafecto de sus anteriores aliados parlamentarios al no terminar de creer que esto vaya a ser así. Sí parece que mencionó al PP para señalar que les resultará imposible mantener durante lo que resta de legislatura una política de oposición frontal, al considerar que se les volverá en contra.

Más político y seguro

Distintos parlamentarios señalaron que habían notado un cambio favorable en Serra en relación con la primera intervención que tuvo ante ellos antes del verano. "Ha estado más seguro, ha hablado de política frente a la vez anterior que venía encorsetado y se limitó a enumerar leyes". Al final de la reunión, Narcís Serra declaró que el Gobierno va a propiciar el debate político con las actuales leyes que acaba de enviar a la Cámara y que para que esto sea así es posible que el Ejecutivo "retrase la presentación de alguna iniciativa para no saturar a las Cámaras y propiciar ese debate político".

Serra no concretó ni dentro ni fuera de la reunión cuáles pueden ser esas leyes que sufran un retraso aunque algunos parlamentarios intuyen que serán "las de siempre", tales como la modificación de la ley del aborto y quizá la de arrendamientos urbanos. Tampoco, ni entre compañeros ni para los medios de comunicación, Serra quiso concretar en qué iba a consistir el pacto de Estado autonómico que proponía a la oposición aunque mencionó que el deseo del Gobierno era que al final el Estado de las autonomías fuera "estable, pactado y que funcione con la normalidad del modelo alemán".

Serra, dispuesto a hablar de política, señaló, en el campo social, que los socialistas tenían que demostrar Ia voluntad política de resolver los problemas de los servicios públicos y la modernización de la Administración. Hay que explicar también a los ciudadanos que1as medidas de fondo requieren tiempo". Serra hizo una llamada a sus compañeros a mantener la cohesión, "no sólo porque es un factor que interesa en sí mismo, sino que interesa a los socialistas encontrar ocasiones de mostrar a los ciudadanos que esta cohesión existe".

Al final de la reunión fue preguntado por un medio de comunicación si no le extrañaba que Alfonso Guerra no estuviera en la reunión. "Cada uno tiene sus obligaciones", señaló. Guerra se encuentra en Moscú con una delegación de la Internacional Socialista.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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