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Fisuras en el alto el fuego yugoslavo bajo supervisión multinacional

El acuerdo de vigilancia internacional del alto el fuego en Yugoslavia, firmado en la madrugada de ayer en Belgrado tras masiva presión de la Comunidad Europea sobre Serbia, mostró ya sus primeras fisuras con el rechazo del mismo por dirigentes de la guerrilla serbia y nuevos y violentos combates en las regiones croatas de Banija y Lika, en los que se vio envuelto el Ejército federal.

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Durante todo el día de ayer se registraron violentos combates en la ciudad croata de Petrinja, entre fuerzas de la Guardia Nacional croata y el ejército federal. Según la agencia Tanjug, se produjeron enfrentamientos en torno a un cuartel del centro de la ciudad en el que se hallaban unos 40 periodistas yugoslavos y extranjeros. Las ciudades de Sisak, Vukovar y Okujani fueron también escenario de combates entre fuerzas croatas y serbias con la participación de tropas federales.De la fragilidad del alto el fuego dio cuenta el ministro austríaco de Asuntos Exteriores, Alois Mock, quien declaró poco después de la firma que Yugoslavia está más cerca que nunca de la guerra total.

El acuerdo, basado en la declaración de la Comunidad Europea hecha el 27 de agosto, fue firmado pasadas las dos de la mañana, tras ocho horas de debate y después de que el presidente del Consejo de Ministros de la CE, el holandés Hans van der Broek, advirtiera a Serbia y su aliada Montenegro que tenían media hora para firmar o rechazar el plan de paz.

Tan sólo entonces cesó el representante de Serbia en la presidencia federal, Borislav Jovic, en sus pretensiones de cambiar el texto presentado por la CE. Poco después, y firmado ya por el presidente federal, Stipe Mesic; el primer ministro federal, Ante Markovic, y los presidentes de las demás repúblicas, el documento era suscrito también por el presidente de Serbia, Slobodan Milosevic.

La parte serbia hizo saber después que su firma se debía a las fuertes presiones y se distanció, al igual que otras repúblicas, de la primera parte de la Declaración de Bruselas, que hace recaer sobre Serbia la responsabilidad principal de la continuación del conflicto.

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El presidente del Consejo de Ministros de la CE había llegado a Belgrado el sábado por la tarde, tan sólo horas después de hacerse pública la disposición de Serbia a aceptar el documento con diversas reservas.

Durante el largo y duro debate entre las partes que se produjo después durante ocho horas, la CE dejó claro que no negociaría ya el texto y que Serbia debía firmar si no quería ser tachada abiertamente como fuerza agresora por Europa y ser objeto de sanciones.

El presidente croata, Franjo Tudjman, calificó de "gran victoria de la política de paz de Croacia este acuerdo" que permitirá la presencia de observadores de los 12 países de la Comunidad más Suecia, Canadá, Polonia y Checoslovaquia para vigilar el respeto al alto el fuego y determinar los responsables de posibles violaciones del mismo.

Tudjman se mostró muy satisfecho por el hecho de que bajo la presión de la CE Serbia tuviera que firmar el documento que identifica a esta república como parte del conflicto, extremo hasta ahora negado por las autoridades serbias, que aseguraban que éste se producía entre la minoría serbia en Croacia y el "Gobierno terrorista" de Zagreb.

"Primer paso vital"

Tudjman reconoció que "nadie es tan iluso como para pensar que la solución se ha alcanzado con la firma de este trozo de papel", pero habló, al igual que Hans van der Broek, de "un primer paso vital" que puede evitar la guerra total. "La batalla por la paz aún está por delante". Tudjman expresó sus esperanzas de que el acuerdo sea cumplido. "Los que se oponían han sido obligados a firmarlo. Espero que también sean obligados a cumplirlo", añadió.

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