Sufridos ciclistas
La palabra indignación es demasiado poco expresiva para definir lo que siento; se lo trataré de contar lo mejor y lo más brevemente posible, aunque es tal la rabia que siento, que necesitaría casi todo el periódico para contarle todas las atrocidades que se cometen diariamente en nuestra ciudad. Estamos fomentando continuamente los transportes urbanos por exceso de contaminación, el problema de los atascos, etcétera.Pues bien, estoy utilizando desde hace cuatro años un medio de transporte que, a mi entender, es fabuloso: la bicicleta. Le parecerá quizá ridículo, pero piense que gracias a ello ejercito mis músculos, no contamino y no atasco. ¡Le parece poco, señor Sahagún! Resulta gracioso que usted ponga una línea roja discontinua llamada RED para evitar aparcamientos ¡debidos y atascos en vez de crear un carril de tan sólo 50 centímetros en que bicicletas y ciclomotores puedan circular con menos peligro.
No hay día que no intenten hacerme alguna salvajada; ayer, sin ir más lejos, un conductor abrió la puerta de su coche, que estaba estacionado en doble fila, sin mirar; resultado: tengo un brazo escayolado y el cuerpo lleno de magulladuras. Hace 15 días vi a un pobre chico que, sin tener la culpa, terminó en la cuneta con varias fracturas y una brecha enorme en la frente.
¡Por favor, seamos europeos y copiémosles!-