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Vacaciones mortales

El turismo de Nueva York, amedrentado tras el asesinato de un visitante en el metro

Brian Watkins, un joven de 22 años de edad, de la localidad de Provo (Utah), fue acuchillado el pasado domingo en una sórdida y céntrica estación del metro neoyorquino. Watkins se enfrentó a un grupo de delincuentes juveniles que habían robado la cartera a su padre y golpeado a su madre, imprudencia que le costó la vida. El suceso ha provocado el temor de muchos turistas ante la evidencia de que que sus vacaciones en Nueva York pueden resultar mortales.

El joven Watkins era un gran aficionado al tenis, y había elegido Nueva York para disfrutar su permiso estival porque quería presenciar el US Open de tenis. El domingo, poco después de regresar a Flushing Meadows, los Watkins (Sherwin Watkins, su esposa Karen y sus dos hijos, Todd, de 25 años; Brian, de 22, y su joven cuñada) bajaron a la estación de la calle 53 y la Séptima Avenida.Los Watkins intentaban subir hasta Central Park y pasar una agradable velada en el restaurante Tavern on the Green. Mientras esperaban la llegada del metro, en el andén, un muchacho se acercó al grupo y, con un afiladísimo cuchillo, cortó el pantalón de Sherwim Watkins. Su cartera, con 200 dólares y repleta de tarjetas de crédito, cayó en las manos de su agresor. Su esposa intentó agarrarle y recibió un golpe en la cabeza. Su hijo Brian tuvo menos suerte, fue acorralado y, poco después de recibir varios puñetazos en el estómago, descubrió que tenía un cuchillo clavado en el pecho.

Mientras la víctima agonizaba, camino del Saint Vincent's Hospital, la policía del metro inició una batida tan rápida como efectiva. Los agentes fueron directamente a las colas de las discotecas de la zona y con cuatro datos sobre la ropa de los sospechosos consiguió localizarlos en la puerta del Roseland Ballroom, en pleno Broadway.

Los ocho jóvenes, identificados posteriormente como los agresores de Watkins, formaban uno de los muchos grupos de delincuentes que existen en los barrios periféricos de Nueva York y que suelen convertir Manhattan en el escenario de sus fechorías.

Los Watkins identificaron a los agresores el pasado martes. Los sospechosos serán ahora procesados y juzgados por asesinato. El presunto autor material de la cuchillada que mató a Brian Watkins es Yul Morales, de 19 años de edad.

A lo largo de este año, 18 personas han sido acuchilladas en el metro neoyorquino, mientras otras víctimas de la violencia caen en Central Park, el Village, Harlem, en el Upper East Side, por no hablar de las víctimas de Queens, Brooklyn y el Bronx. En lo que va de año, la criminalidad ha crecido en Nueva York un 20% en comparación con el pasado año. En 1989 murieron en la Gran Manzana 1.905 personas, víctimas de la violencia.

El alcalde David Dinkins, unpolítico demócrata, se enfrenta estos meses a una ola de violencia inusitada que ha roto todos los récords de criminalidad. El alcalde se ha defendido explicando que no cree que Nueva York sea ahora más insegura que hace unos meses.

Las cadenas de televisión y columnistas de los periódicos de Nueva York han utilizado el caso Watkins para criticar el deterioro social que vive y sufre Nueva York. Las cámaras han registrado estos días la opinión de decenas de turistas. Casi todos reconocían que se sentían inseguros en Nueva York, aunque explicaron que se sentían atraídos por la ciudad.

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