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España gastó el pasado año 13.390 millones de pesetas en la rehabilitación de toxicómanos

La memoria del Plan Nacional contra la Droga de 1989 revela por segundo año consecutivo un aumento en el consumo de cocaína en España, mientras se estabiliza el de heroína. En total recibieron tratamiento 18.752 toxicómanos, 2.000 más que en 1988. Esta labor ha supuesto para las arcas del Estado y las comunidades autónomas un gasto de 13.390 millones de pesetas. La cifra más alta correspondió a Euskadi, que destinó tres veces más dinero que Cataluña.

La lucha contra la droga supuso en España el pasado año unas inversiones de más de 13.390 millones de pesetas, de las cuales corresponden 9.498 millones a las comunidades autónomas y 4.892 al Estado. Entre las primeras destaca el crecimiento registrado en Euskadi -el triple que en Cataluña- respecto al ejercicio anterior, debido a la inclusión de fondos de la Consejería de Interior, que por razones técnicas no pudo contabilizarse anteriormente, según han informado a los responsables de la Secretaría de Drogodependencias del Gobierno Vasco.La estabilización de la demanda asistencial en España en torno a los 2.000 casos ha permitido responder a las necesidades en este apartado, a pesar de que el presupuesto global de los programas contra la droga no ha aumentado.

Baleares, Euskadi y el Principado de Asturias fueron las comunidades con tasas más altas en el número de personas que iniciaron tratamiento por consumo de opiáceos y cocaína. Esta droga ya supone un 2,2% de los casos, aunque el consumo de heroína sigue siendo en el 96,5% el motivo principal de las demandas. La heroína fue también durante 1989 el opiáceo que provocó más ingresos en urgencias hospitalarias por uso de drogas, 15.144 casos en todo el territorio nacional. En primer lugar por problemas orgánicos, y después por síndrome de abstinencia, sobredosis y reacciones adversas. Destaca el dato de que un 16% de los ingresados estaban en condición de detenidos.

Ingreso en urgencias

La edad media de los atendidos en urgencias (25 años) hace pensar en un probable envejecimiento de la población toxicómana, que a su vez incide en que se hayan disparado los índices de mortalidad por efecto de las drogas.

Sólo en Barcelona, Bilbao, Madrid, Sevilla, Valencia y Zaragoza fallecieron directamente por este motivo un total de 1.553 personas en los últimos seis años; 82 en 1983 y 455 a lo largo de 1989.

En este cómputo no se incluyen las muertes relacionadas indirectamente con la drogadicción, como las provocadas por accidentes o el sida. La tasa de mortalidad por el sida entre los toxicómanos "no cesa de crecer", se señala en el informe, y se destaca que esta enfermedad puede desbancar en los próximos años a la acción directa de la droga como causa principal de fallecimientos.

La memoria del año 1989 recoge el trabajo realizado por el servicio de información sobre toxicomanías. "Gracias a esto empezamos a tener datos completos. En líneas generales, se ha observado un freno en el consumo de heroína, incluso en núcleos como Barcelona, Madrid y el País Vasco. En cambio, sigue aumentando el de cocaína", según declaró a EL PAÍS Julían García Vargas, ministro de Sanidad y Consumo, informa Azucena Criado. Para el ministro, la memoria adolece de un exceso de cifras, unida a una ausencia de conclusiones generales. Con respecto a la escasez de servicios para atender a los toxicómanos, García Vargas se mostró partidario de "profesionalizar los ya existentes". "Es necesario darles una buena formación, porque realizan una tarea tan ingrata que se queman muy rápido y estamos teniendo un porcentaje muy alto de abandonos", precisó el ministro.

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